"Un Gobierno como el de Sánchez no va a romper con esa política de paranoia antirrusa", reflexiona Couso, que es vicepresidente de la Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento Europeo.
Couso destaca que, en estos momentos, la agenda internacional de Sánchez viene "heredada" desde el anterior Gobierno tras el "torbellino institucional" de la moción de censura.
Por ello, evita concluir que el recibimiento a Poroshenko sea un gesto para situar a Kiev como un socio prioritario, aunque el mandatario ucraniano afirmó tras el encuentro que Sánchez mostró un apoyo sin fisuras a sus pretensiones de acercamiento hacia la Unión Europea y, sobre todo, que mantendrá el apoyo a las sanciones contra Rusia.
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Couso señala que, a la vista de la trayectoria política de Sánchez y del Partido Socialista Español (PSOE), no cabe esperar grandes cambios en la política exterior española respecto a la seguida por el Gobierno anterior.
"No tengo muchas esperanzas de que cambie la política exterior por parte del PSOE, sobre todo en esos términos en los que la Unión Europea y algunos de sus socios fuertes marcan la política exterior, que tienen mucho que ver con el soporte a toda la desestabilización que vimos en Ucrania y al Gobierno posterior, salido de esa desestabilización", afirma el eurodiputado.
De acuerdo con el análisis de Couso —cuyo partido apoyó la moción de censura contra Rajoy que llevó a Sánchez al Gobierno—, Borrell es "una pieza fundamental" dentro del "plan europeísta del PSOE" a pesar de que en algunas ocasiones criticó las políticas de austeridad, pero siempre "sin salir mucho de la socialdemocracia clásica establecida en torno a la tercera vía de Tony Blair".
Ucrania
En cuanto a la vista de Poroshenko a España y sus distintos movimientos para propiciar un mayor acercamiento entre a Kiev a las instituciones europeas, Couso opina que el dirigente ucraniano intenta profundizar la polarización frente a Moscú como parte de una estrategia para desviar el foco de sus "fracasos" a nivel interno.
"Lo que estamos viendo tiene mucho que ver con la falta de cohesión interna y los problemas que tiene ucrania a nivel político y económico", reflexiona.
"Si mezclamos todo un poco, lo que vemos por parte del Gobierno ucraniano es un tensionamiento absoluto y un omiso a los acuerdos de Minsk II", añade.
En ese contexto también sitúa movimientos como la "esperpéntica" simulación de la muerte del periodista Arkadi Bábchenko para evitar un supuesto plan ruso para eliminarle.
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A la vista de todo lo expuesto, Couso concluye que la intención de Ucrania es "aprovechar todo este clima" para "avanzar en su agenda de guerra" mientras "sortea sus contradicciones internas".
