"El militarista no es nuestro camino", declaró el primer ministro indio, Narendra Modi, desde la tribuna del Foro Económico Otiental de Vladivostok, en Rusia.
Nueva Delhi se distancia así de los planes de Washington de implicar a otros países para enviar buques de guerra a esa zona, una iniciativa que ha elevado la tensión con Irán.
Estados Unidos mantiene en esa zona tropas, gran cantidad de buques de combate, aviones espías y misiles.
Rusia con una posición diferente
Rusia, por su parte, recalcó que tiene capacidad suficiente para proteger sus barcos mercantes en esa región.
El mandatario indicó que hace unos años su país propuso crear un mecanismo en el que participen todas las partes interesadas en el funcionamiento normal de las rutas marítimas que pasan por la zona.
"En el futuro se podría crear una organización internacional especializada en la solución de estos problemas, lo estamos debatiendo con varios países, incluida China", agregó el líder ruso.
Incidentes en el estrecho
El 13 de junio varios barcos petroleros fueron atacados en la zona, supuestamente con torpedos o minas que causaron explosiones e incendios a bordo. Casos que hasta ahora siguen sin aclararse.
Los planes estadounidenses tampoco gustaron a Japón, según informaron los medios nipones. El Gobierno del país asiático desistió de unirse a la coalición estadounidense para no dañar su relación con Irán, afirmaron, agregando que el Ejecutivo buscará otros métodos de cooperación.
Hasta ahora solo Australia y el Reino Unido han respondido a los planes de Washington, mientras que desde la Unión Europea aclararon que no participarán en esas negociaciones impulsadas por los estadounidenses.
Francia, Reino Unido y Alemania se plantean lanzar una iniciativa europea para garantizar la seguridad marítima en esa región.
EEUU contra Irán
En su pulso con Irán, el Gobierno estadounidense ofreció incluso una recompensa de 15 millones de dólares por información sobre el movimiento de los barcos petroleros iraníes y sus ventas de crudo.
Moscú propuso también crear una organización para la seguridad y la cooperación en el golfo Pérsico, en la que tomen parte los países de la región y algunos actores extrarregionales, como Rusia, EEUU, China, la India y la Unión Europea y otras partes interesadas.