"Una presidencia simbólica no sé qué significa o qué puede significar, pero insisto en que el candidato a ser investido es Puigdemont", dijo Neus Munté, presidenta en funciones del PDeCAT en una entrevista con la televisión pública catalana en la noche del jueves.
Puigdemont fue propuesto de manera oficial para la investidura por el presidente del parlamento catalán, Roger Torrent, aunque finalmente su debate de investidura fue pospuesto de manera indefinida por la "falta de garantías" sobre la viabilidad de la candidatura.
El líder independentista se encuentra en Bruselas desde principios de noviembre para huir de la justicia española, que instruye una causa donde es investigado por delitos de rebelión, sedición, malversación de caudales públicos, prevaricación y desobediencia.
Le puede interesar: La investidura del Gobierno catalán, un callejón sin salida
El Tribunal Constitucional de España decidió la semana pasada suspender la investidura de Puigdemont en el supuesto de que este no se presentara físicamente en el Parlamento catalán, lo que cerró la puerta a una investidura telemática.
El 1 de febrero, el líder de ERC —segunda fuerza más importante dentro del independentismo—, Oriol Junqueras, manifestó sus dudas de que, dadas las circunstancias actuales, Puigdemont pueda ejercer una presidencia efectiva aunque sea investido.
Por ello, Junqueras, que se encuentra en prisión desde el 2 de noviembre, propuso combinar una presidencia simbólica con otra ejecutiva, encargada de gobernar en el día a día.
Lea más: El PP advierte de una expansión del independentismo a otras zonas de habla catalana
Neus Munté destacó que, en su opinión, el independentismo tiene que "hacer la investidura" y luego "seguir los pasos con la máxima normalidad".
Sin embargo, algunas voces se muestran dispuestas a prescindir de Puigdemont bajo la convicción de que la formación de un Gobierno independentista es prioritaria ante la posibilidad de restaurar al Ejecutivo que fue cesado desde Madrid en octubre.