La principal consecuencia de la huelga no se produjo este 25 de julio, sino los días anteriores, en los que Ryanair maniobró para cancelar alrededor de 600 vuelos y reubicar a los pasajeros, lo que minimizó el impacto en la jornada de paro.
En España estaban llamados a la huelga un total de 1.800 trabajadores y la aerolínea ya canceló 400 vuelos, aunque los sucesos en Italia obligaron a cancelar una veintena más.
El Ministerio de Fomento de España fijó unos servicios mínimos según los cuales la compañía deberá garantizar el 100% de los vuelos a las islas Baleares y Canarias, y hasta el 59% de los vuelos con salida o destino en ciudades españolas peninsulares.
Te puede interesar: Los trenes de alta velocidad españoles se verán afectados por una huelga en julio y agosto
Los sindicatos calificaron estos términos como "abusivos" y acusaron al Gobierno de España de ponerse del lado de la compañía.
"Los datos que manejamos apuntan a un seguimiento total con excepción de los vuelos que el Ministerio de Fomento declaró como servicios mínimos, en los que no hay posibilidad de hacer huelga", explicó en declaraciones a Sputnik Ernesto Iglesias, responsable de vuelo del sindicato Unión Sindical Obrera (USO).
Según datos proporcionados por el operador aeroportuario AENA, a las 18:30 horas Ryanair había sido capaz de realizar 311 de las 340 operaciones que tenía programadas en España hasta esa hora.
Del mismo modo, las huelgas de los tripulantes de cabina provocaron la cancelación de 50 vuelos diarios en Portugal y 50 en Bélgica.
Los sindicatos piden que Ryanair deje de aplicar la legislación laboral irlandesa a sus trabajadores y adapte sus condiciones laborales a los marcos del país donde residen.
Sigue aquí: Los sindicatos europeos instan a Ryanair a "jugar limpio" con los trabajadores
Según explica Iglesias, esto provoca una serie de dificultades en el día a día de los trabajadores como, por ejemplo, la pérdida de días de vacaciones.
"Además, tenemos otros problemas como la falta de una mutua de accidentes, la falta de pago por bajas de enfermedad y, sobre todo, que al no estar acogidos en la legislación española no podemos reclamar nada ante un juzgado español, por lo que para reclamar nuestros derechos tenemos que ir a Irlanda, con todos los gastos que eso nos supone", relata el representante sindical.
Del mismo modo, Iglesias destaca los trabajadores se ven obligados a tributar en Irlanda pese a residir en España, lo que supone un perjuicio para el sistema de bienestar español mientras que sus impuestos se destinan "a pagar el rescate bancario en Irlanda".
Además: Sindicatos europeos estudian la oferta de Ryanair
Por el momento, la compañía no se mostró susceptible a las demandas de los trabajadores, a los que respondió argumentando que reciben salarios justos y amenazando con cesar parte de su actividad si persiste la inestabilidad, lo que conllevaría una reducción de plantilla
"Las negociaciones están rotas. Y en cuanto a las amenazas, si quieren dejar de operar en sitios sitios, que lo hagan. Otras compañías cogerán sus rutas ofreciendo mejores condiciones", relata Iglesias, que se muestra convencido de que, si no se llega a un acuerdo, habrá nuevas convocatorias de huelga en las próximas fechas.
Desde el Gobierno de España, el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, afirmó que la huelga se está llevando a cabo con "racionalidad" y con tiempos de demora "insignificantes" gracias a los servicios mínimos.
La mayoría de los pasajeros aguardan una cola en la que facturan su equipaje antes de proceder a embarcar, mientras alrededor de una veintena de personas se agolpa ante la ventanilla habilitada para informar a los posibles afectados por las cancelaciones.
Cristina, una ciudadana de Mallorca cuyo vuelo de vuelta fue cancelado, relata que, tras conocer los anuncios de las cancelaciones, compró un billete en otra aerolínea porque ser reubicada otro día le supondría un gran perjuicio.
Más aquí: Vuelo de Ryanair entre Leeds y Girona realiza un aterrizaje de emergencia en Francia
Ahora, reclama a Ryanair el reintegro del dinero pagado de más por ese billete, algo a lo que la compañía accede, aunque para ello deberá atravesar distintos trámites administrativos.
Al igual que en el caso anterior, Umberto no verá imposibilitado su viaje y simplemente está consultando las posibles complicaciones derivadas de la huelga.
"Pese a la huelga, no voy a tener problemas para viajar", celebra en un tono casi de sorpresa, una frase que en parte resume el transcurso de la jornada en España.