En este sentido, el grupo llamado 'sede del bloqueo' declaró en su cuenta de Facebook que "en la estación ferroviaria de Konotop —ubicada a unos 70 kilómetros de la frontera con Rusia— han sido encontrados varios trenes de carga procedentes de Rusia, entre ellos algunos con hulla antracita".
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Los organizadores afirman llevar a cabo "la fortificación del territorio". Su nuevo reducto fue apodado 'Konrad Adenauer', en honor al canciller alemán de posguerra, quien, según los autores, "había fomentado la libertad y asegurado la unidad de la nación [alemana] para el futuro", dice el comunicado.
Los planes de los radicales incluyen "la toma de control de las ocho líneas ferroviarias esenciales" a través de las cuales se realiza el comercio con Rusia, a la que los organizadores tachan de 'ocupante'.
En otra publicación, uno de los líderes del bloqueo se dirigió al presidente ucraniano Petró Poroshenko acusándole de "mantener el comercio" con Rusia "en plena retórica de resistir ante la agresión", y advirtió contra organizar provocaciones contra los activistas del bloqueo.
A finales de enero varios exparticipantes de la operación militar en Donbás, entre los que hay diputados, bloquearon varios tramos del ferrocarril que conecta con Donetsk y Lugansk alegando que cualquier comercio con estos territorios es ilegal.
El bloqueo causó interrupciones en los suministros de la hulla antracita desde las regiones de Donbás, que las autoridades ucranianas no controlan.
Las autoridades ucranianas se vieron obligadas a recurrir a medidas de emergencia para economizar recursos energéticos debido a un alto nivel de dependencia del país de los suministros del combustible de alto rendimiento de las regiones del este.
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Como medida de respuesta al bloqueo, las repúblicas autoproclamados optaron por suspender los pagos a las empresas ucranianas en sus territorios y terminar los suministros de hulla por completo, reorientando también sus empresas hacia el mercado ruso.