"Por las pruebas que he visto es un claro caso de autodefensa", replicó el ministro conservador en la Cámara de los Comunes.
Evadió responder directamente al líder en funciones de la oposición, Jeremy Corbyn, quien cuestionó la legalidad del ataque aéreo del 3 de enero en Bagdad autorizado por el presidente Donald Trump.
"¿Dónde está el primer ministro?", cuestionó ante la ausencia en la Cámara del jefe del Gobierno y su acusado silencio sobre el conflicto mientras pasaba las vacaciones en la isla caribeña de Mustique.
Corbyn relacionó la justificación británica de la acción estadounidense con las inevitables negociaciones del post-Brexit.
"¿No es cierto que teme enfrentarse al presidente Trump porque ha enganchado su vagón a la perspectiva de un tóxico tratado comercial con Trump?", demandó en los Comunes.
A su vez, el ministro dijo que "Soleimaní no era amigo del Reino Unido" y urgió a Teherán a "resistir actuar en represalia" por su muerte en el ataque con dron estadounidense.
Consideró que Washington "ha demostrado constante contención" y reiteró que recrudecer el conflicto solo beneficiará a las milicias terroristas islamistas.
"Urgimos a todos a reducir la tensión", declaró el emisario de Johnson en los Comunes.
Entre los pasos tomados se incluye el envío de especialistas a Bagdad, la evacuación de la capital iraquí del personal no esencial, el cese de actividades de adiestramiento de tropas iraquíes y la revisión de las recomendaciones para viajar a Oriente Próximo.
Londres urgió al Gobierno de Irak a respetar su compromiso con las fuerzas aliadas estacionadas en el país en apoyo a programas antiterroristas.