"Su traición consiste solo en que él escribía lo que pensaba, eso es precisamente una represión, una persecución por ejercer la libertad de expresión", dijo Moskalkova en una actividad dedicada a la memoria de las víctimas de las represiones ocurridas en la URSS en los años entre 1920 y 1953.
El evento, que se realiza ante una piedra traída del monasterio ruso de Solovki en la plaza moscovita de Lubianka, consiste en la lectura de los nombres de las víctimas de las represiones.
La autoridades de Kiev prohíben a los diplomáticos del Consulado ruso visitar al periodista, alegando que se trata de un ciudadano ucraniano, pese a que tiene la doble nacionalidad.
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El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia caracterizó de arbitrario el proceder de Kiev y la embajada de Rusia envió a la Cancillería ucraniana dos notas exigiendo dejar de cometer actos de violencia contra los trabajadores de los medios de comunicación.
Tatiana Moskalkova también puso de relieve la politización que envuelve al caso de los pescadores rusos detenidos por Ucrania en marzo pasado en aguas neutrales del mar de Azov.
Moskalkova sostiene negociaciones con su par ucraniana para la liberación de siete pescadores.
"Las conversaciones con mi homóloga ucraniana, Liudmila Denísova, no han dado resultados ya que este tema se politiza constantemente", dijo Moskalkova a Sputnik.
En marzo de 2018, la Guardia Costera ucraniana detuvo al pesquero Nord con diez tripulantes de nacionalidad rusa, considerados ucranianos por las autoridades de Kiev.
Crimea se escindió de Ucrania y se incorporó a Rusia tras celebrar en marzo de 2014 un referéndum en el que la mayoría aplastante de los votantes, más del 96%, avalaron esta opción.
Dos de los pescadores consiguieron abandonar Ucrania, otros siete fueron bajados del avión que los iba a llevar a Bielorrusia.
Moskalkova indicó que el Gobierno de Kiev impide hasta la fecha el retorno de los pescadores a sus hogares.
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La Defensora del Pueblo calificó la actuación de Ucrania como "una violación grave de los derechos humanos y las normas internacionales".
La justicia de Crimea abrió un expediente penal por el secuestro del pesquero.
Además identificaron a los guardacostas ucranianos implicados en los hechos y emitieron una orden de busca y captura internacional.
El Ministerio de Exteriores de Rusia advirtió a las empresas navieras del país que es alto el riesgo de secuestro por parte de los guardacostas ucranianos.