El 9 de octubre los ministros de Exteriores armenio y azerí firmaron en Moscú un cese al fuego "humanitario" para recoger los cadáveres y efectuar el intercambio de presos en Nagorno Karabaj. Sin embargo, ambas partes se acusaron recíprocamente de haber violado el acuerdo y es muy probable que los enfrentamientos continúen, pero es de esperar que la frágil tregua sea el primer paso hacia la solución del conflicto. ¿En qué podría consistir?
Tierra por paz: primera formulación
Durante la guerra de 1992-1994 los armenios establecieron su control no solo sobre Nagorno Karabaj (el cual, desde el punto de vista administrativo, sigue siendo parte de Azerbaiyán), sino también sobre siete distritos adyacentes, lo que provocó una huida masiva de la población azerí. La tregua de 1994 puso fin a las hostilidades, pero no resolvió el problema de los territorios, lo que ahora, 26 años después, provocó una nueva escalada.
El año siguiente, el nuevo presidente armenio Robert Kocharián y su homólogo Heidar Alíyev (padre del actual mandatario de Azerbaiyán) acordaron un plan de intercambio de territorios, según el cual Ereván obtendría el corredor de Lachin, que une Nagorno Karabaj con Armenia, mientras Bakú se quedaría con los siete distritos, ocupados por los armenios, y con el corredor de Zangezur, que comunica a Azerbaiyán con la región de Najicheván, separada del resto del territorio azerí por tierras armenias.
A pesar de las reacciones adversas que provocó el plan en ambos países, en otoño de 1999 la firma del acuerdo de paz parecía casi inminente. Sin embargo, el 27 de octubre se produjo un atentado terrorista en el Parlamento armenio, en el que perdieron la vida algunos políticos influyentes, que habían apoyado el documento. Unos meses después el presidente Kocharián descartó definitivamente el plan.
Formula de Kazán
No obstante, en los años sucesivos las partes no encontraron ninguna solución alternativa. Los principios de Madrid, elaborados en 2007 por el Grupo de Minsk de la OSCE y publicados en 2009, reiteraban, con algunas modificaciones, la misma fórmula: tierra por paz. Además de la restitución de los territorios ocupados por los armenios, también preveían el regreso de los prófugos a sus domicilios y la determinación del estatus de Nagorno Karabaj en un referéndum.
Desde entonces en el campo diplomático no hubo ningún progreso. En 2012 el Parlamento Europeo instó a Ereván a retirar sus tropas de los territorios ocupados y permitir el regreso de los prófugos azeríes, pero fue en vano. Durante casi una década la situación permaneció invariable, a pesar de algunos enfrentamientos, como los de abril de 2016 y julio de 2020, que duraron unos días y se saldaron con decenas de muertos y heridos entre los militares y los civiles de ambas partes.
En 2018 la revolución política en Armenia hizo surgir algunas esperanzas en Bakú, dado que, a diferencia de sus predecesores, el nuevo primer ministro Nikol Pashinián no provenía de Nagorno Karabaj y en los primeros meses daba a entender a las autoridades azeríes que estaría dispuesto a continuar las negociaciones una vez que hubiese consolidado su posición.
Una sola receta para la paz
Aunque la información sobre las bajas entre los militares azeríes y armenios sigue clasificada, luego de dos semanas de combates parece claro que Azerbaiyán podría reconquistar Nagorno Karabaj sólo a costa de pérdidas humanas inaceptables. Las tropas azeríes avanzaron en las llanuras del sur de Karabaj, pero la ofensiva en las montañas del norte de la región podría convertirse en un verdadero baño de sangre.
Sin embargo, Bakú demostró su determinación y también la superioridad militar, por ejemplo, en lo relativo a los drones (de fabricación turca o israelí), con lo cual para Ereván también queda claro lo difícil que será defender Artsaj (nombre armenio de Nagorno Karabaj) manu militari.
La experiencia de los últimos 26 años demuestra que la receta para la paz en la región existe y consiste en la restitución de los territorios azeríes ocupados por los armenios y en la organización de un referéndum sobre la autodeterminación de Karabaj en un futuro indeterminado. Ahora la cuestión es cuánta gente debe morir en la zona del conflicto para que los políticos armenios y azeríes la implementen.