"Está claro que se trata de un agravamiento de todos los procesos que tienen lugar en Ucrania, eso creará o puede crear serios problemas para la economía ucraniana y, por supuesto, no mejorará las relaciones entre Moscú y Kiev", dijo el jefe del Gabinete ruso en una rueda de prensa.
Después del incidente, la Rada Suprema (Parlamento) de Ucrania aprobó la ley marcial por 30 días a partir del 26 de noviembre en las zonas situadas a lo largo de la frontera rusa, del sector de Transnistria de la frontera entre Ucrania y Moldavia y también a lo largo de la costa de los mares Negro y de Azov.
"La imposición de esa ley marcial brinda al Gobierno actual la posibilidad de, como mínimo, afincar su postura y aumentar el apoyo por parte de la población (…), pero puede buscarse una medida radical, me refiero simplemente a la suspensión de los comicios", dijo el funcionario.
Medvédev advirtió que en las elecciones presidenciales ucranianas, previstas para 2019, el actual presidente del país, Petró Poroshenko, tiene muy pocas posibilidades de salir electo, incluso en una segunda ronda.
Lavrov declaró que con ese incidente Kiev busca ganar puntos de cara a la campaña de las elecciones presidenciales, previstas para el 31 de marzo de 2019.
La libre navegación en el mar de Azov —mar interior entre Rusia y Ucrania, según un acuerdo bilateral— se complicó en los últimos meses después de que guardacostas ucranianos apresaran a varios barcos rusos que habían visitado Crimea, un "territorio ocupado" para Kiev.
Moscú calificó las acciones de Kiev como "terrorismo marítimo" y contestó endureciendo los controles en la zona rusa del mar de Azov.