"Me voy porque, como presidente, estoy muy convencido de que necesitamos transparencia", dijo Huerta en una comparecencia ante los medios de comunicación.
El ministro de Cultura presentó su dimisión porque, en su opinión, es la mejor forma de no perjudicar al proyecto del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Pues aunque @maximhuerta ya no sea Ministro de Cultura y Deporte, esta semana me he sentido representando por él en muchas cosas.
— Jose Corbacho (@josecorbacho) 13 июня 2018 г.
Gracias por aceptar y gracias también por renunciar, compañero.
Coherencia con los nuevos tiempos.
Suerte! pic.twitter.com/G0dxb0Dtnm
Pese a su renuncia, dijo ser "absolutamente inocente", destacó que está "al corriente" en sus pagos con Hacienda y dijo ser víctima de una "jauría" mediática.
El ministro facturó en esos tres años 798.521 euros a través de la empresa Almaximo Profesionales de la Imagen SL, una sociedad en la que era único accionista y administrador.
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Finalmente, la Justicia obligó a Huerta a pagar 365.938 euros por la liquidación de los tres ejercicios, el recargo de la multa y los intereses por el retraso, a los que se añadieron los costes por el juicio, unos 4.840 euros.
La sentencia subraya que Huerta actuó "no pudiéndose apreciar buena fe" teniendo por objetivo "eludir el cumplimiento de sus obligaciones fiscales tributarias".
"Facturé entre los años 2006 y 2008 a través de una sociedad limitada, que era lo común en la profesión y no era ilegal en ese momento", dijo Huerta en su comparecencia ante la prensa.
A su modo de ver, ese ruido "busca minar el proyecto de regeneración y de transparencia del presidente Sánchez".
La dimisión de Huerta le convierte en el ministro más breve en la historia reciente de la democracia española, ya que dejó el cargo sólo siete días después de tomar posesión. El cargo de ministro de Cultura y Deportes lo ocupará ahora José Guirao Cabrera, director del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía entre 1994 y 2011 y director de La Casa Encendida entre 2002 y 2014.