Toda esta historia parece muy extraña y dispara muchas preguntas: ¿cómo han podido saber casi de inmediato que se trata del agente nervioso Novichok? Asimismo, parece que en los medios internacionales nadie se pregunta '¿Por qué y para qué ahora?' El presunto ataque ocurre cuando el Mundial de Fútbol Rusia 2018 está en su fase final, y se acerca la cumbre Putin-Trump en Helsinki.
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La realidad es que cuando un ministro del Interior británico pide explicaciones a Rusia, significa que está en apuros. Porque el primero que tendría que dar explicaciones por el caso Amesbury es el propio ministro británico, y no Rusia.
Lo que también llama la atención es que una de las primeras declaraciones de Scotland Yard pedía precisamente abstenerse de especulaciones sobre una supuesta conexión entre los casos de intoxicación ocurridos en Amesbury y Salisbury. Y eso, que según ellos, el estudio de las muestras confirmó que el hombre y la mujer de Amesbury estuvieron expuestos al agente nervioso Novichok, que fue identificado como el mismo con el que presuntamente fueron intoxicados Serguéi y Yulia Skripal.
Y es que varios países europeos están preocupados por la próxima cumbre entre el presidente ruso, Vladímir Putin, y su homólogo estadounidense, Donald Trump, prevista para el 16 d julio en Helsinki. Y el que más, el Reino Unido, porque considera que con un acuerdo con Putin, el imprevisible e impulsivo Trump podría perjudicar a la alianza antirrusa liderada por el Gobierno británico.
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Y da la impresión de que para mantener activa esta alianza, para darle un nuevo impulso, los medios y los políticos británicos están dispuestos a recurrir a versiones que parecen totalmente paranoicas desde el punto de vista del sentido común.