"A la vanguardia de las políticas imperiales avanzan siempre los tanques de la ofensiva cultural y simbólica orientada a legitimar las injusticias del sistema capitalista, descalificar las alternativas políticas desde la izquierda y destruir la identidad cultural de nuestras naciones, como paso previo a su desestabilización", advirtió Díaz-Canel.
En el evento, organizado por el Capítulo Cubano de los Movimientos Sociales, y el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP), participaron 1,332 delegados de 789 organizaciones, movimientos sociales y populares, de solidaridad, redes, plataformas, partidos e intelectuales procedentes de 86 países.
El mandatario cubano mencionó las recientes victorias electorales de la izquierda en Bolivia y Argentina; la resistencia popular de Venezuela, el recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero de EEUU contra Cuba, y las protestas populares en varias naciones de Latinoamérica que —dijo— "le han puesto un freno a las recetas del mercado, no pueden desmovilizarnos otra vez".
"La izquierda —agregó Díaz-Canel—, tiene que aprender y asumir finalmente la dura lección de estos años de lucha en que la fractura y la desunión debilitaron nuestras fuerzas y la derecha se lanzó a la reconquista y a la destrucción de lo hecho".
Declaración final del encuentro
A nombre de los asistentes, María de Lourdes Santiago, vicepresidenta del Partido Independentista Puertorriqueño, dio lectura a la Declaración Final del Encuentro Antimperialista de Solidaridad, por la Democracia y contra el Neoliberalismo.
En el documento se reafirma el compromiso de mantener movilizaciones en acciones permanentes y sistemáticas de alto impacto mediático, exigir el levantamiento del bloqueo impuesto a Cuba, denunciar las amenazas y agresiones sobre todo a los gobiernos soberanos que se niegan a tener en sus territorios bases militares, y reafirmar la vigencia de la proclama de América Latina como Zona de Paz.
También se denuncian los riesgos que entraña para América Latina y el mundo la activación del Tratado de Asistencia Recíproca (TIAR), orientado a respaldar militarmente a EEUU y a defender la Doctrina Monroe, se expresa solidaridad con la Revolución Bolivariana en Venezuela, y se llama a intensificar la movilización y el reclamo de la inmediata liberación del expresidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva.
A su vez, expresa solidaridad con las naciones del Caribe en su legítimo reclamo a la reparación de los reclamos por la esclavitud, apoya la demanda de Argentina por la recuperación de Las Malvinas, y denuncia a los gobiernos que siguen los dictados del imperialismo, y con el FMI, imponen políticas neoliberales de choque que afectan a los sectores más vulnerables de la sociedad.