América Latina
Desde el Río Bravo hasta Tierra del Fuego, noticias, reportajes y análisis sobre la realidad latinoamericana

La campaña contra China y Rusia en Argentina, ¿parte de una estrategia global?

© AP Photo / Sergei KarpukhinEl presidente de Argentina, Alberto Fernández, junto al presidente de Rusia, Vladímir Putin, durante un encuentro en Moscú en febrero de 2022
El presidente de Argentina, Alberto Fernández, junto al presidente de Rusia, Vladímir Putin, durante un encuentro en Moscú en febrero de 2022 - Sputnik Mundo, 1920, 15.02.2022
Síguenos en
Los titulares contra los gobiernos de China y de Rusia se multiplicaron en días recientes en Argentina. Esa situación, con forma de una campaña mediática, encuentra sus razones en la reciente gira de Alberto Fernández a ambos países, y el telón de fondo global de la disputa multipolar en fuerte tensión.
El presidente argentino Alberto Fernández recibió una serie de cuestionamientos por su gira a Rusia y China, realizada a comienzos de febrero, en lo que parece ser una campaña destinada a atacar a los gobiernos de esos dos países y, de paso, al mandatario.
Fernández declaró días atrás que no "impondrá el régimen maoísta en Argentina". La frase, del orden de lo desconcertante o cómico, vino luego de una serie de cuestionamientos a su gira que llevaron a un periodista a preguntar, por ejemplo, si el país estaba por "revisar su sistema político", es decir dirigirse hacia el comunismo.
Los cuestionamientos a la gira de Fernández se enmarcan en la tensión mundial alrededor de Rusia y Ucrania, y en la conocida posición del Gobierno de Joe Biden contra China.
El presidente de Argentina, Alberto Fernández, y el presidente de Rusia, Vladímir Putin - Sputnik Mundo, 1920, 09.02.2022
Economía
"Es el momento de asociarnos": Argentina y Rusia reimpulsan su asociación estratégica
"Es una campaña global, un dispositivo geoestratégico que Occidente y particularmente usinas mediáticas, políticas, del establishment occidental, que los países anglosajones vienen insistiendo que es una suerte de nueva Guerra Fría", explica Gabriel Merino, doctor en Ciencias Sociales, coordinador del grupo de trabajo 'China y el mapa del poder mundial'" en el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales.
Ese dispositivo, particularmente marcado en este momento de tensión alrededor de Ucrania, "actúa definiendo amigo-enemigo con una fuerte cruzada ideológica, que aparece como dos dispositivos centrales: la antinomia democracia versus autocracia, Occidente sería la democracia y estas potencias emergentes la autocracia, los modelos autoritarios, dictaduras; o la cuestión comunismo-anticomunismo, los regímenes de repúblicas liberales-occidentales versus régimen comunista en particular con China".
“El objetivo principal es producir alineamientos, una línea del bien y otra del mal, los buenos serían Occidente y los malos serían los que se oponen o estas potencias emergentes en este caso, y sobre eso producir o forzar alineamientos”, afirma Merino, quien también es profesor de la Universidad Nacional de La Plata.
Ese mecanismo —analiza— es reproducido por "ciertos medios y ciertas élites locales", como se expresó en días recientes donde se calificó a su vez, por ejemplo, al gobierno ruso de "neo comunismo zarista".

Los discursos vienen de Washington y las inversiones de Pekín

La presión mediática contra China y Rusia crece, entre otras cosas, “a medida que Occidente tiene menos incentivos materiales para ofrecer, y por el contrario estas potencias emergentes tienen muchos más incentivos materiales para ofrecer: inversiones, mercados en crecimiento que demandan nuestros recursos, o transferencia tecnológica”, señala Merino.
Existe una correlación entre la pérdida de dinamismo de una "economía occidental más estancada", "una economía asiática en expansión con su incremento en América Latina", y la "exacerbación de este discurso ideológico y este tipo de campañas".
Esta situación supone una contradicción para las "élites tradicionales de América Latina, oligarquías locales, sectores ligados a la exportación de productos primarios, grandes propietarios de tierras", explica.
El embajador de EEUU en Argentina, Marc Stanley, entregando sus cartas credenciales al presidente argentino Alberto Fernández - Sputnik Mundo, 1920, 10.02.2022
América Latina
Nuevo embajador de EEUU llegó a Argentina para ¿alentar la tensión con Rusia?
"Por un lado tienen un alineamiento por lo general geopolítico con Occidente, particularmente con Washington; sin embargo, tienen fuertes vínculos económicos y cada vez más negocios con China", analiza.
Un ejemplo es Jair Bolsonaro, en Brasil, que como presidente "se subió a una campaña anti-china y pro-occidental, pero tanto su vicepresidente, Hamilton Mourao que viajó a China y dijo que entre China y Brasil había un matrimonio inevitable, como su ministra de Agronegocios, aclararon y pusieron sobre la mesa la importancia de la relación con China".
China es el principal socio de Sudamérica en términos totales, y también por las inversiones. Así, por ejemplo, el país asiático se convirtió para el 2020 en el principal país de importación de bienes en siete de los 12 países de Sudamérica, incluyendo Brasil, Chile, Argentina, Perú o Venezuela, agrega Merino.
Por lo tanto, la campaña de ataque contra el Gobierno de Xi Jinping se encuentra con la contradicción entre acusar y descalificar, a la vez que preservar vínculos, inversiones, exportaciones de productos como la soja y sus derivados.

Un falso 'remake' de Guerra Fría

Esta campaña encuadra el conflicto en clave de una Guerra Fría que ya no existe y no permite comprender las dinámicas en desarrollo. El escenario actual es, analiza Merino, "de crisis de hegemonía estadounidense, y de un mundo multipolar con seis tendencias estructurales que se agudizan".
Esas tendencias son, por un lado, "el declive de EEUU y Occidente en contraste con el ascenso de China y Asia en general; la agudización de contradicciones sistémicas entre los que defienden el viejo orden y los que propugnan un nuevo orden mundial; una crisis de las organizaciones multilaterales tradicionales que siguen existiendo y tienen su fortaleza, pero brotan nuevos multilateralismos de acuerdo a este nuevo mundo".
A su vez, existe "un estancamiento en el viejo norte global y una economía global en plena expansión en Asia-Pacífico; una nueva revolución tecnológica; y procesos de fuertes convulsiones en los países periféricos o semiperiféricos por definir un rumbo en este mundo tan convulsionado".
Central nuclear Atucha - Sputnik Mundo, 1920, 07.02.2022
América Latina
Ruta de la Seda: cinco inversiones chinas que Argentina quiere concretar
No se trata de dos bloques separados como fue durante la Guerra Fría, sino de un mundo interdependiente, donde "China no es la Unión Soviética, tiene una escala poblacional que es el 20% de la Humanidad, teje un conjunto de alianzas euroasiáticas muy fuertes, en otros con Rusia, que es una tremenda potencia militar, hidrocarburífera, territorial, con nuevas instituciones que involucran muchos países".
Una de las expresiones de ese mundo multipolar, que no se mueve por lógicas de Guerra Fría, es, por ejemplo, el proyecto de Tratado de Libre Comercio que se encuentra en proceso de estudio entre Uruguay, con un gobierno de derecha, y China. Otro caso es el de Chile, que tradicionalmente estuvo vinculado a EEUU pero tiene importantes acuerdos con China, un Tratado de Libre Comercio, pero también alianzas estratégicas integrales, y fue sede en 2018 de una cumbre Celac-China, agrega el entrevistado.

Oportunidades para Argentina y la región

Las "tendencias estructurales" en desarrollo "generan escenarios distintos, que para la región se convierten en una gran oportunidad, con nuevas posibilidades de inserción de juego, primero porque tienen mayores posibilidades para moverse en este tablero mundial y en función de sus intereses nacionales, regionales, mayor margen de maniobra", sostiene Merino.
"La economía de China, a diferencia de la economía estadounidense, es complementaria con la economía de América Latina. Obviamente América Latina tiene que ver cómo se relaciona con esa China, si lo hace a través de una neo-dependencia o lo hace a través de un camino autónomo, pero esa es una discusión de los latinoamericanos, pero lo que hay de clave es que es un nuevo polo de atracción que genera otro escenario para América Latina", explica.
La gira de Fernández a Moscú y Pekín, atacada mediática y políticamente por la oposición, resultó, al contrario, importante: "Hubo un reequilibrio estratégico de la inserción argentina más en sintonía con este mundo multipolar, con esta convergencia con las potencias emergentes. Nosotros como semi-periferia necesitamos un mundo más democrático, con una mejor distribución del poder y la riqueza, y para eso uno tiene que converger con estas fuerzas, esta multipolaridad".
La gira "destrabó un conjunto de inversiones que venían detenidas", dice Merino en referencia, por ejemplo, a la central nuclear, Atucha III, cuyo acuerdo inicial se había firmado hace seis o siete años.
En cuanto a la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por la deuda de 44.000 millones de dólares tomada por el Gobierno de Mauricio Macri (2015-2019), la gira presidencial arrojó, según Merino, un saldo positivo: "Este escenario para mí le da más espalda a la Argentina para la negociación con el Fondo que un escenario donde la Argentina pagó tratando de hacer buena letra, y acercándose a Occidente, estando ahí alineada; me parece que esto le habilita otro margen de negociación".
El presidente de Argentina, Alberto Fernández, y el presidente de China, Xi Jinping - Sputnik Mundo, 1920, 08.02.2022
América Latina
Un experto: una visita del presidente de Argentina a China tiene doble relevancia
Aún faltan definirse varios aspectos del acuerdo con el FMI en un contexto donde, además de la negociación con el organismo, es decir centralmente con Washington, también se suman las tensiones dentro del bloque gobernante del Frente de Todos. La principal se expresó con la renuncia de Máximo Kirchner a la presidencia de la bancada en el Congreso por su rechazo al posible acuerdo.
Esa pulseada por la deuda es parte de las razones que explican las presiones y ataques mediáticos contra el Gobierno, de cara a condicionar su política interior y exterior.
Lo último
0
Para participar en la conversación,
inicie sesión o regístrese.
loader
Chats
Заголовок открываемого материала