Lavrov sostiene que la OTAN busca conflicto al hablar de armas nucleares en Europa del Este

MOSCÚ (Sputnik) — La OTAN busca provocar un conflicto al hablar de posible despliegue de armas nucleares en Europa del Este, advirtió el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov.

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, declaró previamente que si Alemania se negara a seguir albergando armas nucleares, la Alianza podría trasladarlas al este, es decir, a los países del antiguo bloque socialista.

Tales declaraciones son "absolutamente irresponsables y tienen por objetivo provocar un conflicto", expresó el jefe de la diplomacia rusa.

Lavrov también comentó la reacción del presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, ante las palabras de Stoltenberg.

El 30 de noviembre, el mandatario bielorruso afirmó en una entrevista con RIA Novosti que su país ofrecerá a Rusia su territorio para desplegar armas nucleares en caso de que ese tipo de armamento de los países de la OTAN llegue a Polonia.

"Consideraría esta declaración como una advertencia muy seria que se debe, sobre todo, a la política imprudente llevada a cabo por Occidente", señaló Lavrov.

Además, aseguró que su país buscará garantías de seguridad "fiables" para el flanco oeste de sus fronteras.

"Vamos a conseguir garantías de seguridad fiables y duraderas en nuestras fronteras occidentales", dijo Lavrov.

El Ministerio de Exteriores, añadió, prepara iniciativas a este respecto, atendiendo a la petición del presidente Vladímir Putin formulada el pasado 18 de noviembre.

En este contexto, Lavrov advirtió que su país seguirá respondiendo de manera contundente a cualquier acto hostil de la OTAN.

"Continuaremos respondiendo con dureza a cualquier acto hostil para impedir que afecte a nuestros intereses nacionales", subrayó.

Rusia, enfatizó, "cortará de raíz cualquier intento de hablarle con soberbia, chantajes o injerencia en sus asuntos internos".

"No imponemos nada a nadie, ni tampoco le damos lecciones. Nuestro país está abierto al diálogo de iguales con todas las naciones con el respeto del derecho internacional, ante todo de la Carta de la ONU", recalcó.

Lavrov insistió en que la respuesta de Rusia a cualquier comportamiento hostil siempre será "contundente y firme".

Según denuncian desde Moscú, los Estados de la OTAN están acumulando tropas y equipos militares cerca de las fronteras rusas y en los últimos años aumentaron sus acciones disruptivas.

El 30 de noviembre, la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva llamó a los países que poseen armas nucleares a abstenerse de desplegar ese tipo de armamento en el extranjero y eliminar toda la infraestructura que permita el despliegue rápido de estas armas en el territorio de los Estados no poseedores de ese tipo de armamento.

Estrategia occidental de imponer voluntades a países soberanos

Rusia se posiciona en contra de las intenciones de imponer voluntades a pueblos y países soberanos, destacó el ministro de Exteriores ruso.

"Nuestro país, que hizo un singular aporte a la descolonización, rechaza categóricamente cualquier intento de que una voluntad exterior se imponga a pueblos y países independientes. Para nosotros son inadmisibles tanto las intenciones de las exmetrópolis de presentar unos derechos especiales sobre el continente africano ni la aspiración de Washington a actuar en el espíritu de la doctrina Monroe en el hemisferio occidental. Nosotros seguiremos defendiendo los derechos de cada Estado y cada pueblo a definir libremente el camino y el modelo de su desarrollo", dijo.

Lavrov constató que el empeño de Occidente de resolver problemas por la fuerza está degradando la situación internacional.

"La situación en los asuntos internacionales no es fácil, por no decir más, e incluso se está degradando en determinados aspectos. La causa principal de eso radica en que Washington y sus aliados occidentales no quieren reconocer la realidad de la formación de un orden mundial policéntrico y procuran resolver problemas usando una amplia gama de instrumentos ilegítimos, desde las sanciones económicas unilaterales hasta la injerencia directa en los asuntos internos de los Estados soberanos con el espíritu de las revoluciones de colores", constató el canciller.

"Kiev es cada vez más insolente en su agresividad"

Kiev se muestra cada vez más insolente con Rusia pero Moscú no reaccionará, afirmó el ministro de Asuntos Exteriores ruso.

"Kiev es cada vez más insolente en su agresividad con respecto a los Acuerdos de Minsk y respecto a Rusia, así como en sus intentos de provocar a Occidente para que apoye aspiraciones belicosas… Pero Rusia se aguantará", subrayó Lavrov.

El ministro señaló que Ucrania es un "caso perdido" desde el punto de vista del cumplimiento de los Acuerdos de Minsk.

"En cuanto a las perspectivas de cumplimiento de los Acuerdos de Minsk… creo que Ucrania ya es un caso perdido… El presidente [ucraniano, Vladímir] Zelenski declaró en los primeros meses de su Gobierno que los Acuerdos de Minsk son algo malo, pero se deben mantener para que Occidente pueda seguir aplicando sanciones a Rusia. Huelga comentarios", apuntó Lavrov.

El canciller ruso también habló de las posibles sanciones a Kiev por el incumplimiento de los Acuerdos de Minsk y dijo que Rusia está en contra de medidas unilaterales.

"Estamos en contra de las sanciones unilaterales, aunque en el caso de Ucrania ya no serían unilaterales porque Kiev sancionó a muchos individuos y entidades rusas", indicó Lavrov.

Asimismo mencionó el tema de la correspondencia que mantuvo con sus homólogos de Francia y Alemania, Jean-Yves Le Drian y Heiko Maas, y que se publicó en noviembre.

"Pues se enojaron, pero no pudieron objetar nada al respecto… Es que tantos años prometiendo influir sobre Kiev y hacerlo entrar en razón, pero nada", señaló el ministro de Exteriores ruso.

En los documentos revelados Lavrov destacó la necesidad de seguir con los esfuerzos de mediación de los tres países para solucionar la crisis en el este de Ucrania (Donbás) y presentó un proyecto de declaración tripartita.

Sin embargo, Le Drian y Maas, al estudiar la propuesta, la rechazaron apuntando a unas disposiciones del documento que "probablemente no se adoptarán" en el formato de Normandía. Una de ellas, mencionó, se refiere al establecimiento de un diálogo directo entre Kiev, Donetsk y Lugansk.

La OTAN intenta convertir a Ucrania en "una anti-Rusia"

La Alianza Atlántica procura arrastrar a Ucrania a su órbita, convertirla en una anti-Rusia, señaló Lavrov.

"La situación se complica mucho por la línea destructiva de los Estados de la OTAN que intentan arrastrar Ucrania a su órbita, convertirla en una anti-Rusia, según una expresión del presidente Putin. Aumentan los suministros de armas letales al régimen de Kiev, organizan frecuentes maniobras provocadoras con participación de EEUU en tierra firme, mar y aire cerca de las fronteras de Rusia y, al mismo tiempo, intentan dictar cómo deben portarse las tropas rusas en el territorio de su propio país", señaló.

Al referirse a la crisis en el sureste de Ucrania, Lavrov dijo que Moscú está preparado para seguir desarrollando los esfuerzos de mediación en el marco del "formato de Normandía" en busca de su solución.

El formato de Normandía para las negociaciones sobre Ucrania existe desde junio de 2014, cuando los líderes de Rusia, Alemania, Francia y Ucrania, al conmemorar el 70 aniversario del desembarco de las tropas aliadas en Normandía, debatieron por primera vez la solución del conflicto en Donbás.

Desde abril de 2014, Ucrania lleva a cabo una operación contra las milicias en Donbás, donde se proclamaron las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, en respuesta al violento cambio de Gobierno ocurrido en febrero del mismo año.

Los Acuerdos de Minsk, suscritos en septiembre de 2014 y en febrero de 2015, sentaron las bases para una solución política al conflicto, pero no han derivado hasta ahora en el cese de la violencia.