Las sanciones prevén, entre otras medidas, reducir la financiación que recibe Turquía por parte de la UE y la suspensión de las negociaciones sobre los vuelos.
Grecia y Chipre califican de provocación los trabajos de prospección geológica que lleva a cabo Turquía en esta zona, después de que se localizaran yacimientos de gas.
Ankara sostiene que tiene derecho a los recursos naturales de la llamada República Turca del Norte de Chipre, proclamada en 1983 en los territorios ocupados por los turcos y reconocida solo por Ankara.
La cumbre de la Unión Europea expresó anteriormente su preocupación por las "perforaciones ilícitas" de Turquía y amenazó con adoptar una respuesta "adecuada".
La Cancillería rusa también expresó su preocupación por las acciones de Turquía en la zona chipriota y exhortó a las partes a abstenerse de dar pasos que desemboquen en una escalada.