"La Industria Militar de Arabia Saudí anunció la firma de un acuerdo para el diseño y construcción de cinco corbetas Avante 2200 con Navantia", informó la agencia oficial de noticias de Arabia Saudí (SPA, por sus siglas en inglés).
Un portavoz de la empresa explicó este 19 de julio en declaraciones a Sputnik que esta firma supone "el paso definitivo para cerrar un acuerdo que se viene negociando desde el año 2015".
"Ahora, una vez entre en vigor el acuerdo, se podrá proceder a los trabajos de construcción", señaló el portavoz.
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Según la información ofrecida por Navantia, el contrato para la construcción de las cinco corbetas alcanza un importe de 1.800 millones de euros, lo que lo convierte en el más importante de la historia de los astilleros públicos españoles con un cliente extranjero.
El programa arrancará a finales de 2018 y el último buque deberá entregarse en el 2022.
La empresa española calcula que durante esos años se generarán cerca de 6.000 empleos directos e indirectos en relación con la construcción y venta de las corbetas.
Los Avante 2200 son unos buques de 98 metros de eslora con capacidad de carga para 2.500 toneladas.
Estas corbetas llevan equipados distintos cañones que permiten tanto el lanzamiento de misiles tierra-aire como misiles antibuques y torpedos antisubmarinos.
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Además, cuentan con cubierta de vuelo y hangares que pueden ser utilizados por helicópteros de combate de hasta diez toneladas.
La operación despertó una gran polémica en España, sobre todo a tenor de la preocupación expresada por las cuatro ONG integrantes de la campaña Armas Bajo Control (Amnistía Internacional, FundiPau, Greenpeace y Oxfam Intermón).
Estas organizaciones consideran que la venta es ilegal y vulnera tanto la legislación española como el Tratado sobre el Comercio de Armas dado que, a su modo de ver, existen "indicios racionales" de que esos buques de guerra pueden ser utilizados por el Ejército saudí para cometer "crímenes de guerra" en Yemen.