Poco antes el diario The Telegraph comunicó que el Gobierno británico está estudiando la posibilidad de cerrar la representación comercial rusa en el Reino Unido.
"Moscú analiza de forma minuciosa cada paso hostil emprendido en contra de Rusia y ese paso será respondido en el futuro de forma coherente, por eso no nos adelantemos a los hechos, esos pasos nadie los dejará pasar desapercibidos", dijo Peskov en una rueda de prensa
Diez días después, la primera ministra del Reino Unido, Theresa May, responsabilizó a Moscú del "intento de asesinato" en Salisbury sin mostrar pruebas.
A raíz de ese suceso, el Reino Unido y otros 28 países, así como la OTAN, tomaron la decisión de expulsar a un número considerable de diplomáticos rusos.
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Moscú, que considera infundadas estas acusaciones, respondió de manera simétrica a 25 países y se reservó el derecho a responder a los cuatro países restantes.