"He disuelto el Parlamento de Cataluña y el próximo 21 de diciembre se celebrarán elecciones autonómicas en esa comunidad autónoma", dijo Mariano Rajoy en una comparecencia ante la prensa.
"Designación de los responsables de hacerse cargo de las consejerías, que serán los propios ministerios por competencias", explicó en una comparecencia ante la prensa.
Además, anunció la "extinción de las oficinas del presidente y el vicepresidente, la extinción de las embajadas en el extranjero y el cese de los delegados en Bruselas y en Madrid así como del director general de la policía autonómica y de Interior", explicó en una comparecencia ante la prensa.
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De esta forma, el Gobierno español ordenó el cese del secretario general de Interior de la Generalitat, César Puig, y del director general de los Mossos d'Esquadra, Pere Soler, una medida que no afecta por el momento al Mayor de la policía autonómica, Josep Lluís Trapero, por tratarse de un cargo de confianza de la Generalitat.
"No se trata de suspender el autogobierno, ni de intervenirlo ni de recortarlo, se trata de devolverlo a la normalidad lo antes posible", argumentó Rajoy en una declaración institucional.
Según explicó el jefe del Ejecutivo español, la primera medida adoptada al amparo del artículo 155 es proceder al cese del presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, de su vicepresidente, Oriol Junqueras y del resto de consejeros que componen el Gobierno autonómico.
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Una vez sean cesados los dirigentes catalanes, serán los Ministerios que componen el Gobierno español los encargados de dirigir sus áreas homólogas en la administración catalana.
"Cataluña necesita reconciliarse con la verdad, con la ley y consigo mismo, por eso he decidido convocar cuanto antes esas elecciones libres, limpias y legales para restaurar la democracia en la comunidad autónoma", afirmó.
A esas medidas se unen otras como el cierre de las embajadas catalanas en el extranjero, el cese de los delegados catalanes en Bruselas y Madrid o el del director general de los Mossos d'Esquadra, la policía autonómica catalana.
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Del mismo modo, Rajoy anunció el cierre del Consejo Asesor para la Transición Nacional, un órgano creado por el Gobierno cuya función es emitir recomendaciones relativas al proceso independentista.
El jefe del Ejecutivo español calificó todas estas medidas como "necesarias" para responder a los últimos movimientos del independentismo, que a su modo de ver suponen "un secuestro inadmisible de los derechos de los catalanes" y "un hurto de una parte del territorio al conjunto de los españoles".
En su declaración institucional, Rajoy afirmó que este viernes fue un día "triste" para España aunque también añadió que es "un día para la tranquilidad y la esperanza" porque "ha quedado acreditado que el Estado de derecho tiene instrumentos para defender la legalidad.
Rajoy acusó a Puigdemont de ser el responsable de "liquidar" el Gobierno catalán con su decisión de declarar la independencia, lo que en opinión del jefe del Ejecutivo español genera una situación "desgarradora, triste y angustiosa".