Indicó que el Brexit no significa que Reino Unido deje la familia de los países europeos y destacó que hay problemas que se pueden resolver juntos.
"La migración masiva y el terrorismo son los dos ejemplos de desafíos globales que podemos afrontar juntos", dijo al intervenir en la ciudad italiana de Florencia.
Puso de relieve la necesidad de preservar la cooperación con la UE en materia de seguridad.
"Nuestros recursos militares y diplomáticos ayudarán a garantizar nuestra seguridad común, además debe continuar el intercambio de datos de inteligencia", subrayó May.
"Proponemos un nuevo acuerdo estratégico fundamental que garantizará una plena base para la cooperación futura en el ámbito de seguridad, el trabajo de las fuerzas policiales y la lucha contra la delincuencia, el tratado entre el Reino Unido y la Unión Europea", dijo.
La primera ministra subrayó que este acuerdo debería contribuir a que las relaciones del Reino Unido y la UE en términos de seguridad sean aun más estrechas que ahora.
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Igualmente, llamó a buscar nuevos formatos para la cooperación comercial entre el Reino Unido y la UE.
May destacó que Londres no está interesado en formatos tipo el CETA, tratado de libre comercio entre la UE y Canadá, o el EEE, acuerdo sobre el Espacio Económico Europeo.
May afirmó que el Reino Unido se propone lograr un "acuerdo sin precedentes".
En agosto pasado el canciller de Hacienda, Philip Hammond, y el ministro de Comercio Internacional, Liam Fox, declararon que una vez terminado el período transitorio, Londres quiere conseguir un acuerdo permanente entre el Reino Unido y la UE que permitirá mantener relaciones estrechas con el bloque comunitario, conservando los lazos en los ámbitos de seguridad y comercio.
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Declaró que mira al futuro con optimismo al comentar la salida del país de la Unión Europea, conocida como Brexit.
"Estamos pasando por un nuevo y crítico período en la historia de la relación de Reino Unido con la Unión Europea. (…) Para muchos, este es un momento emocionante y lleno de promesas, para otros, es preocupante, yo miro adelante con optimismo", dijo la política.
La ministra confirmó que el Reino Unido abandonará la Unión Europea en marzo de 2019.
"El Reino Unido dejará de ser miembro el 29 de marzo de 2019 y abandonará el Consejo de la UE", anunció.
La primera ministra también propuso a la UE establecer un período de transición de dos años tras el Brexit.
Agregó que "todas las consideraciones apuntan a un período de implementación que debe prolongarse por alrededor de dos años".
La jefa del Gobierno conservador se comprometió además a mantener las contribuciones financieras de Reino Unido hasta, al menos, los próximos tres años.
Sentó los principios de la negociación sobre el más escabroso contencioso: la factura del divorcio.
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"Reino unido honrará los compromisos adquiridos durante el periodo de nuestra adhesión", aceptó.
Al mismo tiempo, afirmó que el Reino Unido aprecia a los ciudadanos europeos que residen en el país y quiere que se queden.
"Queremos que se queden, les apreciamos y valoramos su contribución a nuestra vida nacional ", sostuvo.
Además May expresó la esperanza de que se logre un acuerdo sobre los derechos de los ciudadanos de la UE.
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"Quiero incorporar plenamente nuestro acuerdo en la legislación del Reino Unido y garantizar que las cortes británicas puedan referirse a ello directamente".
El Reino Unido seguirá regulado por las normativas de la Unión Europea (UE) en una fase de transición a partir de la consumación del Brexit en marzo de 2019, según ha aceptado la primera ministra británica, Theresa May.
"El marco de este periodo de implementación… será la estructura vigente de normas y directivas de la UE", admitió la líder conservadora.
May quiere limitar esta fase transitoria al tiempo necesaario —dos años, según sus estimaciones actuales— para que los sectores público y privado británicos ajusten sus operaciones a los nuevos sistemas reguladores.
"Debe haber un claro cerrojo doble: una garantía de que habrá un periodo de implementación para dar certidumbre a las empresas y la gente; y otra garantía de que este periodo será por un tiempo limitado para dar a todos la certeza de que no se prolongará para siempre", dijo tendiendo un puente entre la dividida sociedad británica.
Las fronteras del Reino Unido permanecerán plenamente abiertas para los ciudadanos de la UE durante este limbo posbrexit.
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"La gente continuará pudiendo venir a vivir y trabajar en el Reino Unido pero habrá un sistema de registro, (lo cual es) una preparación esencial del nuevo régimen", confirmó.
No adelantó cifrasen su intervención pero sentó los principios de la negociación sobre el más escabroso contencioso: la factura del divorcio.
"Reino unido honrará los compromisos adquiridos durante el periodo de nuestra adhesión", aceptó.
May prometió en su mensaje que ninguno de los 27 miembros de la UE "necesitará pagar más o recibir menos" durante el ciclo presupuestario en vigor "como resultado de nuestra decisión de retirarnos".
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En materia de seguridad y justicia propuso un nuevo "tratado entre el Reino Unido y la UE" que facilite un "marco comprehensivo" de cooperación en el futuro.
Un 53% de los ciudadanos británicos optaron por la salida de la UE en un referéndum celebrado el 23 de junio de 2016.
El Brexit fue activado oficialmente el pasado 29 de marzo.
Según las reglas del artículo 50 del Tratado de Lisboa, el Estado que decida abandonar la UE debe hacerlo en el plazo de dos años tras la entrega de la notificación oficial, en este caso, para finales del marzo de 2019.
