"¿Depositará en la biblioteca (del Parlamento de Westminster) una copia del informe sobre la revisión de la financiación extranjera del extremismo y radicalización en Reino Unido que encargó su predecesor"?, ha cuestionado formalmente la colíder y diputada del Partido Verde, Caroline Lucas.
"La revisión de la financiación del extremismo islamista ha mejorado la comprensión del Gobierno sobre la naturaleza, escala y recursos de (dicha) financiación en Reino Unido", comunicó May a través de su oficina.
La difusión del documento sigue, sin embargo, a la espera de que el Gobierno valore "lo que se puede publicar" del mismo, según añade la misma nota.
La aparente censura del informe está levantando crecientes sospechas sobre la posible involucración de Arabia Saudí en la financiación de actividades fundamentalistas o clérigos musulmanes de ideas supuestamente radicales.
"Abordaron la necesidad de combatir la financiación del terrorismo y la divulgación de la ideología extremista en internet", señaló el portavoz de May.
Ambos mandatarios reconocieron la "amenaza del terrorismo y del extremismo violento" como un riesgo común que requiere un esfuerzo conjunto para "mantener a nuestros pueblos a salvo".
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Catar centró también la conversación y, de acuerdo con Downing Street, la dirigente conservadora "reiteró la necesidad de mantener el diálogo y dar con una solución que todos puedan apoyar para restaurar la unidad del Consejo de Cooperación del Golfo".
En línea con la conversación que mantuvo el día anterior con el príncipe heredero de Arabia Saudí, May comunicó al premier de Abu Dabi su satisfacción por la "extensión" del ultimátum sobre Catar.