"Sí, desafortunadamente, figura [entre los diplomáticos] por supuesto, es una acción indignante, imposible de evaluar, es tan solo porque tenemos un centro cultural y ya está, no estamos relacionados con otras organizaciones, es absolutamente injusto", dijo Mitrofánova.
Al mismo tiempo subrayó que el centro continuará funcionando.
"Tenemos un personal experimentado, por eso no creo que se haga un daño significativo a las actividades de nuestro centro", añadió.
Además, 15 países de la UE, Albania, Canadá y Ucrania anunciaron su decisión de expulsar a los diplomáticos rusos por el envenenamiento del exespía Serguéi Skripal en solidaridad con el Reino Unido, lo que Rusia lamentó y calificó de paso inamistoso.
También: Mentiras, ignorancia, hipocresía e histeria: los pilares de la sociedad bajo el dominio anglosajón
Serguéi Skripal, exoficial de inteligencia militar rusa reclutado en los años 90 por el servicio secreto británico MI6 y naturalizado en el Reino Unido, y su hija Yulia fueron hallados inconscientes el 4 de marzo cerca de un centro comercial en la ciudad de Salisbury.
El 14 de marzo la primera ministra británica Theresa May acusó sin pruebas a Moscú de lo ocurrido en Salisbury —que calificó de intento de asesinato— y anunció, como represalia, la expulsión de 23 diplomáticos rusos y la cancelación de todos los contactos de alto nivel entre ambos países.
Lea más: ¿Qué pasó con el euro tras la expulsión de diplomáticos rusos de varios países de la UE?
Moscú, que rechazó todas las acusaciones por infundadas, exigió en respuesta la salida de 23 empleados de la Embajada británica, además de anunciar el cierre del consulado británico en San Petersburgo y de la oficina del British Council en Moscú.
Subrayó que Rusia no tiene sustancias tóxicas de grado militar y fue la primera en destruir sus armas químicas bajo el control de los observadores internacionales, mientras que algunos de sus socios prometieron hacerlo pero todavía no han cumplido con sus compromisos.