"Siéntense los tres, hagan lo que consideren correcto. Tomen una decisión sobre estos tipos en virtud de nuestras leyes, actos jurídicos internacionales. Será como ustedes los tres deciden", dijo Lukashenko al comentar la invitación que envió a los fiscales generales de los tres países.
Si esta invitación no se acepta, "resolveremos el problema sin ellos", agregó.
El mandatario declaró también que Minsk tratará con humanidad a los detenidos.
"Actuaremos únicamente conforme a la ley y —un matiz muy importante— humanamente. Las leyes no lo prevén todo. También debemos tener en cuenta el factor humano", afirmó.
"No queremos espectáculo político ni económico. Tampoco queremos que nos amenacen con las consecuencias. Somos conscientes de todas las consecuencias. No nos amenacen con los estadounidenses y la OTAN. No fueron los estadounidenses ni la OTAN quienes enviaron aquí a 33 personas", expresó.
Además, el presidente bielorruso declaró que entre los detenidos hay individuos con pasaporte de EEUU y casados con ciudadanas estadounidenses que trabajan en el Departamento de Estado.
Según Lukashenko, aparte de los ciudadanos rusos fueron detenidas muchas personas que se proponían desestabilizar la situación en el país.
"Fueron detenidas algunas personas que tienen pasaporte estadounidense, están casadas con mujeres estadounidenses que trabajan en el Departamento de Estado", dijo Lukashenko en una reunión sobre seguridad durante la campaña electoral.
A finales de julio se supo de la detención de 32 nacionales rusos en las afueras de Minsk, mientras una persona más fue localizada y detenida en el sur del país. El Gobierno bielorruso sospecha que preparaban provocaciones durante la campaña electoral del país.
El Kremlin negó las acusaciones de que Rusia envía a Bielorrusia grupos de "mercenarios" para desestabilizar la situación en el país vecino.