"El vicecanciller irá como ministro consejero encargado de negocios, porque no podemos hacer la designación de un embajador plenipotenciario, lo que deberá hacer el próximo Gobierno", dijo a reporteros la canciller Karen Longaric.
"Queremos tener una representación del más alto nivel en España, capaz de conversar con el Gobierno español, de hacer conocer cuáles son los objetivos del Gobierno boliviano de manera clara y directa", aseguró Longaric sobre el envío del vicecanciller a la Embajada boliviana en España.
Longaric conversó el 2 de enero con la canciller en funciones de España, Margarita Robles, a quien dijo que aseguró el interés del Gobierno de facto boliviano de mantener estrechas relaciones con la administración española, a pesar de haber expulsado a los principales representantes diplomáticos de Madrid.
Esas expulsiones significan "simplemente que Bolivia dejó de confiar en esos funcionarios que estuvieron involucrados en hechos que no se ajustan a la ley boliviana, pero no una ruptura de relaciones", aseguró Longaric.
La canciller hizo la declaración horas después de reunirse con el jefe adjunto de la delegación de la Unión Europea, Jörg Schreiber, y varios embajadores del viejo continente.
La Paz echó también a la embajadora de México, María Teresa Mercado, por su supuesta responsabilidad en el incidente ocurrido el 27 de diciembre, que derivó en el incidente diplomático más serio enfrentado por la administración transitoria de Bolivia.
Sobre los miembros del pasado Gobierno de Morales refugiados en la Embajada mexicana en La Paz, Longaric reiteró que el Gobierno de Áñez no les otorgará salvoconductos de salida del país y dijo que prevé reunirse en los próximos días con el canciller mexicano, Marcelo Ebrard.