"Declaramos claramente que no consideraremos brindar ni apoyar ninguna asistencia en la reconstrucción [de Siria] hasta que empiece de manera irreversible un auténtico proceso político creíble y sustantivo", dice el documento.
Agrega que a pesar de que el Gobierno sirio y "sus partidarios intentan convencer al mundo de que el conflicto terminó y la vida volvió a la normalidad, la realidad es que la represión del pueblo sirio por parte del régimen (del presidente sirio, Bashar Asád) no ha acabado".
Las cuatro potencias están convencidas de que "la solución militar (al conflicto) que el régimen sirio espera lograr con el apoyo de Rusia e Irán, no llevará a la paz".
"La única vía para poner fin a la violencia y las dificultades económicas, así como garantizar una solución duradera al conflicto, es una solución política negociada", dice el documento.
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Los Gobiernos de Francia, Alemania, el Reino Unido y los Estados Unidos reiteraron su compromiso con el proceso de Ginebra y la resolución 2254 del Consejo de Seguridad de la ONU y aseguraron que buscarán que haya una rendición de cuentas por los crímenes cometidos durante el conflicto sirio a fin de "garantizar la justicia y la reconciliación para el pueblo sirio".
Siria vive desde marzo de 2011 un conflicto en el que las tropas gubernamentales se enfrentan a facciones armadas de la oposición y a grupos terroristas.
Según datos de altos cargos de la ONU, unas 400.000 personas perdieron la vida en las hostilidades en Siria.
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La solución del conflicto se busca en dos plataformas, la de Ginebra, bajo los auspicios de la ONU, y la de Astaná, copatrocinada por Rusia, Turquía e Irán.