"Quisiera comentar las insinuaciones que se propagaron últimamente respecto a la supuesta participación rusa en estos eventos, en realidad, no hay nada aquí que comentar", declaró Oreshkin tras una reunión del Consejo ruso-francés para cuestiones económicas, financieras, industriales y comerciales.
Destacó que las causas de los procesos actuales en Francia y en otros países desarrollados son profundas y se acumulaban durante varias décadas.
El ministro ruso subrayó también que el problema de la polarización, tanto de las comunidades como de los países, es el reto principal al desarrollo global sostenible.
Explicó que las discusiones sobre la reforma del comercio global y sobre las nuevas relaciones globales determinarán también si la comunidad internacional va a avanzar de manera unida o polarizada.
Asuntos relacionados: La BBC comenta si su periodista buscaba la 'huella rusa' en las protestas francesas
Oreshkin señaló que Rusia y Francia tienen posturas muy parecidas respecto a este problema y añadió que los dos países planean promover la creación de un sistema que disminuya la polarización en la economía global.
El ministro de Exteriores francés, Jean-Yves Le Drian, declaró previamente que la Secretaría General de Defensa y Seguridad Nacional de Francia investiga la presunta participación de Rusia en las protestas de los 'chalecos amarillos'.
Sin embargo, el 16 de diciembre los servicios especiales de Francia constataron que no lograron documentar ninguna implicación de Rusia en la difusión de información falsa relativa a las protestas de los 'chalecos amarillos'.
No te lo pierdas: "Guerra civil transatlántica": ¿qué hay detrás de las protestas masivas en París?
Francia vive desde mediados de noviembre una oleada de protestas de manifestantes que visten chalecos amarillos fluorescentes, para protestar por la subida del precio del combustible, aunque sus reivindicaciones se han extendido a otros aspectos como la política tributaria del Gobierno que consideran favorece más a los ricos, así como a exigir medidas para aumentar el poder adquisitivo de la gente.
Las manifestaciones, que desde el 17 de noviembre se convocan cada sábado, han derivado en enfrentamientos con las fuerzas del orden, destrucción de edificios y automóviles y otros hechos violentos.
