"Reafirmamos nuestra solidaridad con los colegas del Reino Unido; nosotros así como nuestros colegas llevaremos a Rusia ante la justicia por sus acciones ilegales", dijo en una reunión de representantes diplomáticos extranjeros en el Ministerio de Exteriores de Rusia.
Ermakov indicó que nadie en el Departamento de Estado le presentó en persona denuncias similares.
"En lo que se refiere a la solidaridad, quisiéramos que la expresen al pueblo serbio afectado por los bombardeos de la OTAN", añadió al subrayar que de momento "nadie sabe" las circunstancias del envenenamiento de Skripal.
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A su vez, una representante diplomática británica acusó a Rusia de desinformación y de intentar "ocultar los hechos".
El mismo ministerio convocó para el 21 de marzo a los embajadores extranjeros acreditados en el país para analizar el caso Skripal.
Sin embargo, los embajadores del Reino Unido y EEUU se negaron a participar en esa discusión.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, criticó la negativa del embajador británico al calificarla como "la renuencia a escuchar respuestas".
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El 20 de marzo, la portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert, dijo que EEUU podría tomar medidas contra Rusia sobre el caso Skripal y apoya la decisión del Gobierno británico de expulsar a diplomáticos rusos.
La semana pasada, la primera ministra británica, Theresa May, responsabilizó a Moscú de lo ocurrido en Salisbury —que calificó de intento de asesinato— y anunció, como represalia, la expulsión de 23 diplomáticos rusos y la cancelación de todos los contactos de alto nivel entre ambos países.
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Moscú, que rechazó todas las acusaciones por infundadas, exigió la salida de 23 empleados de la Embajada británica, además de anunciar el cierre del consulado británico en San Petersburgo y de la oficina del British Council en Moscú.
