Tres congresistas estadounidenses pidieron investigar la supuesta interferencia de radio Sputnik en los comicios ganados por Donald Trump en noviembre de 2016. El único problema es que Sputnik empezó a transmitir en la frecuencia 105.5 FM de Washington en julio de 2017, es decir, ocho meses después de realizadas las elecciones.
Los parlamentarios Michael F. Doyle, Frank Pallone Jr. y Anna G. Eshoo elevaron su pedido a la Comisión Federal de Comunicaciones en base a un controvertido artículo del periódico The New York Times (NYT) titulado "RT, Sputnik y la nueva teoría rusa de la guerra", publicado el 13 de septiembre.
"Lo que está haciendo esta gente, tanto los congresistas como el NYT, es tratar de ocultar un hecho inocultable: si Trump es presidente de EEUU, no puede ser atribuible de ninguna manera al papel que pudieran jugar medios de comunicación como Sputnik o RT", indicó Borón en diálogo con Sputnik.
El académico, autor de 'Estado, capitalismo y democracia en América Latina', recordó que si Trump se alzó con la presidencia, no fue porque haya obtenido menos votos que Hillary Clinton, que lo aventajó por "unos 3 millones" de sufragios, sino porque el sistema político de ese país "está blindado para evitar que el voto popular decida quién es el presidente. Por eso tienen un sistema indirecto de elección basado en colegios electorales. Es decir que en cada Estado las oligarquías partidarias (…) deciden finalmente", detalló el politólogo.
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"Hablar de que dos agencias noticiosas pudieron haber torcido la opinión pública norteamericana me parece realmente un disparate", aseveró Borón, para quien "están buscando la manera de justificar una escalada de agresión contra Rusia".
El analista señaló que con este tipo de acciones, Washington "expone al mundo a una situación que puede ser extraordinariamente peligrosa", pues el país eslavo "no va a quedarse de brazos cruzados si es agredido por EEUU".
Con las denuncias sobre las supuestas intromisiones rusas, quieren imponer una ‘posverdad'. "Yo no creo que el americano medio sea tan estúpido como para creer una historia de este tipo", estimó el analista.
Washington "subestima" a sus ciudadanos al pensar "que pueden ser burdamente manipulados por dos agencias noticiosas de Rusia". Por eso, lo consideró como "un insulto a la inteligencia del pueblo" de la nación norteamericana.
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"La imagen que ellos tienen de Rusia hoy no es muy diferente a las que tenían en el apogeo de la Guerra Fría. Siguen pensando que Putin es un agente de la KGB que está empeñado en restaurar la hegemonía soviética en Rusia y a nivel mundial", dijo Borón.
"Tienen una imagen que los atrasa más o menos 30 o 40 años. Estamos hablando de una opinión pública muy embrutecida por los medios, entre los cuales está el NYT, uno de los más grandes mentirosos a nivel mundial", concluyó.