"El secretario general condena los ataques del sábado contra las instalaciones petroleras de Aramco en la provincia oriental en el Reino de Arabia Saudí", dice la declaración.
En la madrugada del 14 de septiembre una serie de ataques con drones provocó incendios en dos refinerías de la compañía Saudi Aramco en los distritos de Abqaiq y Khurais, en el este de Arabia Saudí.
La compañía reconoció que el incidente redujo su producción diaria en unos 5,7 millones de barriles, casi a la mitad.
Los rebeldes hutíes reivindicaron la autoría de los ataques y advirtieron que seguirán atacando el territorio de Arabia Saudí hasta que el reino cese acciones de combate en Yemen.
El secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, acusó a Irán de estar detrás de los ataques en Abqaiq y Khurai y otro centenar de ataques contra Arabia Saudí.
Para el Ministerio de Exteriores iraní, EEUU recurre a la táctica del máximo engaño habiendo fracasado con su política de máxima presión.
Yemen vive desde 2014 un conflicto armado entre los partidarios del presidente legítimo, Abdo Rabu Mansur Hadi, y los rebeldes chiíes del movimiento Ansar Alá (hutíes).
En marzo de 2015 intervino en el conflicto, del lado de Hadi, una coalición militar suní encabezada por Arabia Saudí, que incluye a los Emiratos Árabes Unidos y a otros países árabes.