En un breve comunicado, la OIM solicitó a sus empleados residentes en Trípoli que no abandonen sus hogares por motivos de seguridad.
La víspera, la OMI informó que más de 2.800 personas se vieron obligadas a abandonar sus hogares por los combates en la zona de Trípoli, y que unos 1.300 migrantes internos en centros de detención de Qasr Ben Gashir y Ain Zara se exponen al riesgo por su proximidad a la zona de hostilidades.
En su cuenta de Twitter, la oficina local aseguraba que "@IOM_Libya permanece en el terreno en #Tripoli, siguiendo de cerca la situación humanitaria para proporcionar el apoyo de emergencia necesario a las poblaciones afectadas por el conflicto armado".
@IOM_Libya remains on the ground in #Tripoli, following up closely on the humanitarian situation to provide needed emergency support to populations affected by the armed conflict.
— IOM Libya (@IOM_Libya) April 8, 2019
Libia está sumida en una crisis desde que el derrocamiento de su líder histórico, Muamar Gadafi, en 2011, derivara en una dualidad de poderes, choques entre grupos rivales, la proliferación de facciones yihadistas y mafias que trafican con migrantes irregulares de África a Europa.
En respuesta, el Gobierno de Unidad Nacional de Fayez Sarraj, que controla la capital y es reconocido como legítimo por el Consejo de Seguridad de la ONU, declaró el estado de emergencia y movilizó sus fuerzas.
El 7 de abril las fuerzas leales al Gobierno de Unidad Nacional anunciaron la operación Volcán de Ira contra Haftar, mientras que el Ejército Nacional Libio inició la fase aérea de su ofensiva.
Además: "Haftar sobrestimó un poco sus propias fuerzas al lanzar la ofensiva contra Trípoli"
Los enfrentamientos entre los bandos del conflicto ya provocaron decenas de muertos en los últimos días.