"Al menos 13.314 personas fueron afectadas directamente por estas decisiones, incluyendo la infracción de sus derechos a reunirse con su familia, derechos a la libre circulación, educación, empleo y la libertad de expresión", dijo el defensor del pueblo catarí al calificar el bloqueo diplomático de un "asedio".
La Comisión de Derechos Humanos de Catar presentó este viernes en Ginebra un informe sobre las violaciones a los derechos humanos por parte de los países del golfo Pérsico.
La mayoría de denuncias, en concreto 282 casos, están relacionadas con la negación del derecho de libre circulación, 212 de las cuales provienen de ciudadanos saudíes.
La Comisión llamó a la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos a enviar una misión de monitoreo de derechos humanos a Catar, y exhortó al Gobierno catarí a recurrir al Consejo de Seguridad de la ONU para reclamar el levantamiento del bloqueo.
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Al boicot diplomático de Catar se sumaron posteriormente Libia, Yemen, Maldivas, Mauritania y Comoras; Jordania y Yibuti redujeron el nivel de sus lazos diplomáticos con Doha; Senegal, Chad y Níger llamaron a consultas a sus embajadores en Catar; como resultado, al bloqueo de Doha no se unieron solo dos Estados miembros del Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo (CCEAG), Kuwait y Omán.
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El Gobierno de Catar lamentó el bloqueo al calificarlo de "injustificado", aseguró que todas las acusaciones carecen de fundamento y declaró que no tomará medidas de respuesta.