"Si la huelga sigue adelante y la convocatoria se lleva a término, ésta afectaría a todas las ocupaciones en 47 aeropuertos y en todos los centros de control, lo que podría afectar de forma importante al tráfico aéreo", explicó en declaraciones a Sputnik un portavoz del sindicato Comisiones Obreras (CCOO).
El calendario presentado por los sindicatos contempla paros de 24 horas, que tendrían lugar los días 15, 17, 22, 24 y 29 de septiembre; 1, 6, 11, 15, 27, 30 y 31 de octubre; 3 y 5 de noviembre; y 1, 4, 5, 7, 8, 10, 26, 27, 28, 29 y 30 de diciembre.
Según explicaron fuentes sindicales a esta agencia, un total de 8.200 trabajadores de todas las categorías laborales en todos los centros de trabajo de Aena serán llamados a participar en esa huelga si no se produce un acuerdo previamente.
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Las categorías laborales llamadas al paro incluyen desde bomberos a técnicos de operaciones, ingenieros aeronáuticos, servicios de información, trabajadores de las torres de control, personal de áreas comerciales o encargados del repostaje de las naves entre otros.
La principal reivindicación de los trabajadores tiene que ver con la creación de puestos de trabajo en Aena, pero también en Enaire, empresa pública que maneja el 51 por ciento del accionariado del controlador aéreo, privatizado parcialmente por el Gobierno de Mariano Rajoy.
"Estamos solicitando una creación de empleo de alrededor de 450 puestos de trabajo nuevos en Aena y 250 puestos de trabajo nuevos en Enaire", señalan desde CCOO.
El otro de los ejes de la huelga es el reclamo de una subida salarial de entorno al 8 por ciento para paliar la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores tras un lustro con el salario congelado.
"Aena obtuvo el año pasado 1.200 millones de euros en beneficios y además se redujeron las tasas aeropuertuarias en una cantidad situada en torno a las 360 millones de euros gracias a una prerrogativa del Gobierno, lo que supone el reconocimiento de que estamos ante una etapa expansiva", afirma el portavoz de CCOO.
Ante ese escenario, los sindicatos consideran que es el momento "adecuado" para que "los altos beneficios que obtienen las empresas" reviertan en una mejor situación laboral de sus empleados.
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Este conflicto laboral agrava la crisis en las terminales aéreas españolas, que en las últimas semanas fue uno de los principales temas en la agenda política y mediática del país por la huelga de empleados de seguridad privada en el Aeropuerto de Barcelona.
