Asimismo, indicó que "se declaran ceses del fuego y se establecen corredores humanitarios para evacuar la población de localidades sitiadas".
Shoigú aseguró que las tropas rusas no atacan instalaciones si puede haber civiles dentro, y que destruyen objetivos militares y posiciones de fuego con armas de alta precisión.
Además, el 24 de mayo los zapadores rusos completaron el desminado del puerto de Mariúpol y desactivaron las minas instaladas en la zona de la costa del mar de Azov, adyacente al puerto de Mariúpol.
El presidente ruso, Vladímir Putin, anunció en la madrugada del 24 de febrero el lanzamiento de una operación militar especial en Ucrania alegando que las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, previamente reconocidas por Moscú como Estados soberanos, necesitan ayuda frente al genocidio por parte de Kiev.
Uno de los objetivos fundamentales de esa operación, según Putin, es la desmilitarización y la desnazificación de Ucrania.
Según el Ministerio de Defensa ruso, los ataques militares no están dirigidos contra instalaciones civiles, sino que buscan inutilizar la infraestructura bélica.
Ucrania rompió las relaciones diplomáticas con Rusia, impuso la ley marcial en todo el territorio nacional, además del toque de queda en Kiev y otras ciudades, decretó la movilización general e instó a la comunidad internacional a activar "todas las sanciones posibles" contra el líder ruso.
Numerosos países, con excepciones como China, condenaron en términos enérgicos la operación militar de Rusia en Ucrania y activaron varias baterías de sanciones individuales y sectoriales.
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