Las fábricas españolas de automóviles detienen su actividad por la falta de microchips
10:28 GMT 24.08.2021 (actualizado: 00:36 GMT 12.06.2022)
© Foto : Cortesía de SeatInterior de la fábrica de SEAT en Martorell (Barcelona)

© Foto : Cortesía de Seat
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Al parón de SEAT y Renault a mediados de agosto se une ahora el del grupo Stellantis, que paraliza sus plantas de Vigo y Zaragoza. Ford lo hará en septiembre. La crisis de los microchips podría alargarse hasta 2022, debido a un aumento de su demanda para la electrónica de consumo y a la rotura de las cadenas de distribución por la pandemia.
La crisis de producción industrial de semiconductores a nivel mundial tiene a uno de sus mayores damnificados en la industria de la automoción. La continua digitalización de los vehículos y la proliferación de modelos eléctricos ha contribuido a un alza de la demanda de microchips, que en el caso de la electrónica de consumo es aún mayor. Y a esta situación cabe añadir el cierre temporal con motivo de la pandemia de varias plantas que los fabrican en Asia y su subsiguiente afectación en las cadenas de distribución.
De resultas, faltan chips en todo el mundo. En España, todas las fábricas que los grandes grupos automovilísticos tienen en el país están afectadas en mayor o menor medida. Ya en diciembre su capacidad productiva quedó comprometida por la falta de estos componentes electrónicos, produciéndose retrasos.
El covid de la producción industrial de vehículos es la escasez mundial de semiconductores (chips). Los vehículos van a subir de precio. Toyota recorta 40% de su producción mundial y Tesla apenas cumple mínima producción.
— Friederich Wilhelm von Hamburg (@politcas1) August 19, 2021
En Vigo (Galicia), donde Stellantis produce varios modelos de las marcas Citroën, Peugeot, Opel y Toyota, los trabajos se paralizan durante toda la semana del 23 al 29 de agosto, situación que se replica en la planta de Figueruelas (Zaragoza) los días 24 y 26, y en Madrid, donde tampoco hay actividad en dicha semana. La fábrica de Vigo es la mayor del grupo en España, donde el parón supone dejar de producir unos 15.000 automóviles. Un comité directivo aborda cada semana el destino de las existencias de microchips, para repartir el trabajo. En Almussafes (Valencia), Ford cerrará la semana del 15 de septiembre.
¿Más ERTE en el horizonte?
En Martorell (Barcelona), SEAT cerró su planta el 20 de agosto, repitió el 23 y volverá a cerrar el 27. En cambio, en Pamplona (Navarra), Volkswagen opera con normalidad, aunque realizará un paro técnico previsto en su calendario el día 27. En general, la atmósfera en todas las fábricas es más o menos la misma; no se pueden hacer planes a más de una semana vista.
Esta incertidumbre hace imposible augurar si los paros podrán evitarse o no. La sombra de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) vuelve a cernirse sobre las plantas de ensamblaje. Renault lo mantendrá para sus plantas de Valladolid y Palencia (Castilla y León) hasta el 30 de septiembre, el mismo plazo que tiene activado Ford en Almussafes. Volkswagen tiene en mente aplicar la medida y Stellantis mantiene un ERTE activo para los trabajadores que ya han agotado su bolsa de horas o días de vacaciones.
La escasez de #chips provoca otro #ERTE en la industria del automóvil 👇
— David Vidueiro Jiménez (@DavidVidueiro) April 12, 2021
🚗 #Renault propone aplicarlo entre 31 y 39 días (hasta el 30 de septiembre) a sus plantillas en Valladolid y Palencia (+ 9.000 trabajadores)
🚙 ERTE al que ya recurren Stellantis (Vigo) y SEAT (Martorell) pic.twitter.com/VOPpVMlrY8
La dimensión del impacto
La pieza causante de todo este desbarajuste es diminuta; menos de un milímetro de grosor en un disco de silicio. Su uso ha terminado por centrarse en otras industrias, más rápidas en su producción que la automotriz, menos dependientes del factor logístico y de transformación. Por contra, la paulatina digitalización del automóvil multiplica por más de 50 la necesidad de microchips en los nuevos vehículos.
El resultado es una carestía de semiconductores cuyo impacto se traduce en que muchos modelos se desvían a las campas (los macroaparcamientos en las inmediaciones de las fábricas), a la espera de volver a la línea de producción para completar su fabricación. Por ejemplo, para recibir el microchip que active los elevalunas eléctricos o los limpiaparabrisas.
El jueves el sector europeo de coches cayó -2,80% tras decir Toyota que la escasez de microchips le llevará a recortar un 40% su producción en septiembre. Hoy se tranquiliza y está subiendo +0,74% pic.twitter.com/Zdgwz9skm1
— Ismael De La Cruz (@delacruz_ismael) August 23, 2021
En junio, el Boletín Económico del Banco Central Europeo (BCE) ya alertaba de que la escasez de chips semiconductores y otras materias primas, combinada con las interrupciones en los servicios de logística, estaban afectando al 23% de las industrias de los países de la eurozona, desbaratando así los plazos de entrega. En conjunto, el desabastecimiento de microchips y materiales supone en España un impacto del 50% en la industria automotriz, cuando el de la media europea es únicamente del 35%. El mismo informe consigna una caída del 14% de la producción solo en el primer trimestre de 2021.