Según el documento, el objetivo de estos ataques era robar información y propiedad intelectual asociada a las investigaciones en este ámbito. De hecho, el informe también reza que los servicios especiales rusos tenían algo que ver con dichos ataques.
En el contexto de este informe, el ministro de Asuntos Exteriores del Reino Unido, Dominic Raab, acusó a Rusia de emprender dichos ataques. Por su parte, el Kremlin ha refutado estas acusaciones.
Sputnik conversó con varios expertos en el ámbito político y social, quienes expresaron su opinión sobre las posibles causas de las acusaciones lanzadas por el Reino Unido.
Gilbert Doctorow, analista político independiente domiciliado en Bruselas
"Creo que las acusaciones de que los rusos han pirateado los laboratorios de investigación occidentales que trabajan en una vacuna para el COVID-19 son tan escandalosas que no requieren una respuesta detallada, ni tampoco serviría una respuesta.
Esos cargos, que se remontan al 2016, nunca fueron probados, y lo que se nos ha dicho hoy tampoco será probado.
Estas acusaciones ponen a prueba el sentido común, al igual que la historia falsa de los rusos pagando recompensas a los talibanes para que mataran a los estadounidenses, que fue la sensación de The New York Times hace dos semanas, puso a prueba el sentido común. No había lógica en pagar recompensa por lo que los talibanes hicieron de todos modos por razones propias.
No tiene lógica que una unidad de inteligencia rusa espíe a los desarrolladores occidentales de una vacuna anti-COVID cuando la propia Rusia podría estar más avanzada en las pruebas y en la producción de una vacuna que cualquier laboratorio occidental".
Andy Vermaut, activista europeo por los derechos humanos
"La máquina de propaganda está corriendo a toda velocidad. De hecho, sería muy fácil configurar una red VPN a Rusia y Moscú y así acusar falsamente a Moscú. En cuanto a las innovaciones médicas, Rusia no está en absoluto atrasada.
Las acusaciones contra Rusia carecen de fundamento. Todo lo malo que ocurre en el Occidente es culpa de Rusia, y esta melodía monótona realmente empieza a ponerse aburrida.
Moscú no tiene necesidad de robar secretos comerciales o médicos, aparentemente alguien tiene un problema con el liderazgo ruso. Es su política: hacer que los demás se vean estúpidos. Pero incluso esto no debe ser una razón para hacer acusaciones falsas. El problema con las noticias falsas así es que empiezan a vivir una vida propia y hasta pueden tener enormes consecuencias para un país.
Piensen en las acusaciones injustificadas a Irak por parte de los conocidos servicios de seguridad de que tenía armas de destrucción masiva. Como resultado, fueron asesinados miles de civiles inocentes.
Estas acusaciones, basadas en arenas movedizas, simplemente sirven para dar a la OTAN otra razón de existir. Crean un gran enemigo para perpetuar su robo de fondos públicos. Los investigadores rusos acaban de comenzar los últimos preliminares de la inmunización.
Los mitos europeos deben ser refutados. Solo sirven para movilizar la opinión pública contra Rusia. Afortunadamente, cada vez más europeos son conscientes de ello".