"Quiero señalar que, a pesar de que Irán reconoció que el avión fue derribado y afirmó que eso sucedió por un trágico error, todavía tenemos que establecer si fue un error o una acción premeditada", dijo Ermak al periódico Ukrainskaya Pravda.
Destacó que la comisión de investigación ucraniana sigue trabajando con los especialistas iraníes y con el apoyo de los socios internacionales para establecer la verdad.
El 8 de enero, el Ejército iraní bombardeó con misiles dos bases usadas por militares estadounidenses en Irak, en represalia por la muerte del general Qasem Soleimani, comandante de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria de Irán, asesinado el día 3 por Estados Unidos mediante un ataque aéreo en Bagdad.
Las víctimas del siniestro —167 pasajeros y nueves tripulantes— eran nacionales de Irán, Canadá, Ucrania, Alemania, Afganistán y Suecia.
El Estado Mayor iraní admitió que el avión ucraniano fue derribado por un error humano, después de que un operador lo tomara por un blanco enemigo que se había acercado demasiado a una importante instalación militar.
El Gobierno de Irán trasladó sus condolencias a las familias de los fallecidos en el accidente aéreo y prometió castigar a los responsables de la tragedia.