"No permitiremos que este acuerdo se convierta en una hoja de ruta de Manbij", dijo Cavusoglu ante la prensa, refiriéndose a un acuerdo turco-estadounidense aprobado a principios de junio pasado para estabilizar la situación en Manbij.
EEUU se comprometió a garantizar la retirada de las fuerzas kurdas de la ciudad, pero Turquía le critica por no haberlo hecho hasta ahora.
La agencia de noticias turca Anadolu reportó que la zona, de 30 a 40 kilómetros de ancho, se extenderá a lo largo de la frontera turco-siria y estará bajo el control de Turquía, que se coordinará con EEUU.
Las milicias kurdas deberán abandonar esa zona y entregar sus armas pesadas.
A lo largo de los últimos años, Turquía amenazó reiteradamente con lanzar una ofensiva contra las milicias kurdas en el norte de Siria, a las que considera vinculadas con los terroristas, si no logra crear con EEUU una zona de seguridad en esa región.
Siria vive desde marzo de 2011 un conflicto en el que las fuerzas gubernamentales se enfrentan a facciones armadas de la oposición y a grupos terroristas.
Cientos de miles de personas perdieron la vida en las hostilidades en el país árabe.
La solución del conflicto se busca en dos plataformas, la de Ginebra, bajo los auspicios de la ONU, y la de Astaná (el nombre anterior de la capital kazaja, que en marzo pasó a llamarse Nur-Sultán), copatrocinada por Rusia, Turquía e Irán.