"Esperamos que Rusia continúe reforzando su papel para completar la configuración del equilibrio de las fuerzas en la región ya que nuestra región no podrá sobrevivir sin este equilibrio", dijo Bassil.
"Hay muchas maneras de socavar la situación, son pasos políticos en los ámbitos de finanzas y seguridad, si la estabilidad en Líbano se debilita, repercutirá en toda la región, también en Rusia, por lo que todos nos veremos afectados", dijo.
Al mismo tiempo, Bassil descartó que haya pedido asistencia de Rusia para ayudar a resolver el conflicto doméstico.
"No, no la hemos pedido", contestó a los periodistas en una rueda de prensa al término de la reunión.
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El 4 de noviembre, el primer ministro del Líbano, Saad Hariri, renunció al cargo desde Riad alegando el peligro de un atentado contra su persona.
Además, acusó a Irán y al movimiento chií Hizbulá de meter cizaña en el mundo árabe.
El Ministerio de Exteriores de Irán calificó sus acusaciones de infundadas.
Por su parte, el dirigente de Hizbulá, Hasán Nasralá, insinuó que Riad podría mantener secuestrado a Hariri para sacarle partido.