Pese a que la guerra todavía no ha culminado, el Líbano ya quiere participar en la reconstrucción de su país vecino. El ministro de Economía señaló que las posibles obras no requieren de la coordinación con el Gobierno sirio. Todas las cuestiones pueden ser negociadas entre las empresas privadas rusas y libanesas.
El alto funcionario indicó que la ruptura de las relaciones entre los Gobiernos de Siria y el Líbano no impedirá la realización de dichos planes.
"Hoy hablamos de cosas concretas: el Líbano, su territorio, sus leyes y sus inversores pueden convertirse en la base para la reconstrucción de Siria", dijo el ministro de Economía.
Además, el Líbano goza de experiencia en la creación de diferentes tipos de organizaciones jurídicas y cuenta con numerosos vínculos en el sistema bancario de la región, que puede resultar muy provechoso para dicho asunto.
Rusia puede beneficiarse de estas posibilidades con Beirut, por ejemplo, puede crear fábricas que suministrarían materiales a Siria, destacó el entrevistado.
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De acuerdo con Juri, el Líbano tiene leyes bastante flexibles, lo que puede facilitar el trabajo de los inversores rusos.