"El desprecio que Pyongyang vuelve a demostrar de esta manera hacia las demandas contenidas en las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y las normas del derecho internacional merece la más decidida condena", señala la Cancillería rusa en una declaración.
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Al mismo tiempo, Moscú llama a "mantener la sangre fría y evitar acciones que puedan derivar en una escalada de la tensión".
"Llamamos a todas las partes implicadas a retomar el diálogo y las negociaciones como la única vía posible para dar una solución congruente a los problemas de la península de Corea, incluyendo el nuclear", dice la declaración.
A principios de julio pasado, Moscú y Pekín se pronunciaron por declarar una moratoria simultánea sobre el programa norcoreano de misiles y armas nucleares y los ejercicios conjuntos a gran escala de EEUU y Corea del Sur, así como por avanzar hacia la desnuclearización de la península de Corea.
Corea del Norte declaró haber llevado a cabo su sexta prueba de armas nucleares, la de una munición de hidrógeno para ser instalada en misiles balísticos intercontinentales (ICBM).
Según la estimación preliminar hecha en Seúl, Corea del Norte detonó una bomba de 50 kilotones.
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Desde principios del año, Corea del Norte realizó asimismo 13 pruebas de misiles balísticos, incluyendo el lanzamiento de dos supuestos misiles intercontinentales capaces de alcanzar el territorio de EEUU.
También amenazó con un ataque preventivo a la isla estadounidense de Guam y disparó un misil de medio alcance que sobrevoló una parte del territorio de Japón.
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En 2016, Pyongyang realizó más de 20 ensayos de misiles balísticos y dos pruebas nucleares, desoyendo las prohibiciones del Consejo de Seguridad de la ONU.