El 23 de mayo, la primera ministra del Reino Unido, Theresa May, declaró que se tomó la decisión de aumentar el nivel de amenaza terrorista al crítico tras el atentado en la ciudad británica de Mánchester.
"Los militares van a trabajar bajo la gestión de la Policía Metropolitana de Londres y guardar los edificios claves, entre ellos palacio de Buckingham, Downing Street, embajadas y palacio de Westminster", dice el comunicado.
Agregó que en total en los próximos días 3.800 militares van a ayudar a la policía a guardar los edificios claves y vigilar los eventos públicos.
En la noche del 22 de mayo, poco después de que terminara un concierto de la cantante estadounidense Ariana Grande, tuvo lugar una explosión en los alrededores del estadio Manchester Arena, cuando los espectadores estaban abandonando el recinto.
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El atentado causó al menos 22 muertos y 119 heridos, mientras a ocho personas les dieron por desaparecidas.
El grupo terrorista Daesh (autodenominado Estado Islámico, proscrito en Rusia y otros países) reivindicó este ataque.