Lo primero que dice Gínzburg es que comer antes de acostarse no es malo, pero el programa recuerda que es recomendable hacerlo dos horas antes de ir a dormir.
Por si fuera poco, esta fruta y estas verduras contienen un tipo de glucosa que se absorbe más lentamente en la sangre. Esto es muy positivo, ya que, "si no hay un gran salto de glucosa, tampoco se liberará mucha insulina".
El siguiente grupo de alimentos que muestran en el programa son las proteínas. Estas son capaces de "apagar o desactivar los factores que producen el hambre en el estómago", ya que lo que más le gusta al estómago son las proteínas, ya sea en forma de carne o pescado, dice Gínzburg.
Finalmente llegamos al salvado de granos de cereales. Este proviene de las capas externas de los granos, y tiene menos calorías que otros productos como el pan, asegura el médico.
Lo más interesante de este producto es que tiene un alto contenido en fibra, lo que contribuye a ralentizar la absorción de azúcares y ayuda a reducir el nivel insulina. El salvado también contiene magnesio, y gracias a este, calma el sistema nervioso central.