Según el Consejo, no existe un nivel de umbral para la aparición del cáncer de piel y por lo tanto no hay límite de seguridad recomendado para la exposición del cuerpo a los rayos UV.
Ya en 2008 el Gobierno del país, donde un 14% de la población acude a los solarios, vetó la entrada a los mismos para personas menores de 18 años.
Además, los dueños de los establecimientos donde se brindan servicios de bronceado recibieron una prescripción que exigía disminuir la intensidad de las lámparas utilizadas con ese fin.
Los médicos insisten en que la edad de los pacientes con cáncer de la piel es cada vez más temprana y existen casos de niños pequeños con melanoma.
El Consejo Superior de Salud belga asegura que la prohibición de estas instalaciones, acompañada de una campaña publicitaria para prevenir el cáncer de la piel, evitaría en 50 años unas 6.000 muertes, además de representar un ahorro para los gastos en salud de hasta 238 millones de euros.
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Actualmente, Brasil y Australia son los únicos países del mundo donde está totalmente prohibido el uso de cámaras solares para el bronceado.