"Se trata de un precedente peligroso de castigo colectivo a un país cuya culpa no fue probada", dijo al canal Rossiya 24.
La OTAN también expulsó a siete diplomáticos rusos y negó la acreditación a otros tres.
El Gobierno británico tomó esta medida de castigo porque cree que las autoridades rusas están detrás del ataque al exespía Serguéi Skripal, exoficial de Inteligencia militar rusa reclutado en los años 90 por el servicio secreto británico MI6 y naturalizado en el Reino Unido, y su hija Yulia en la ciudad británica de Salisbury.
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Rusia, que rechaza estas acusaciones por infundadas, respondió a Londres con la expulsión de 23 empleados de la Embajada británica y el cierre del consulado británico en San Petersburgo y de la oficina del British Council en Moscú, y prometió dar una respuesta adecuada a los países que se sumaron al boicot diplomático.