La cronología de los hechos indica que el Ejército sirio recibió un ataque feroz de los terroristas de Hayat Tahrir al Sham [ex Frente Al Nusra]. Inmediatamente las fuerzas sirias lanzaron un ataque aéreo sobre las posiciones desde donde provenían esos ataques terroristas. Como consecuencia del contraataque sirio, entre los muertos se contaron 33 soldados turcos.
Una situación que tuvo dos consecuencias: por un lado, un ataque de las fuerzas turcas sobre centenares de objetivos sirios, y por otro, una explicación de parte de Rusia que dejó en evidencia a Turquía, y por adelantado a la OTAN.
Pero, ¿qué pasó entre el ataque de los terroristas junto a los soldados turcos, y el ataque aéreo sirio? Lo explicó claramente el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov: "No ha sido atacado ni amenazado ni un solo militar turco en estos puestos. Los casos trágicos tuvieron lugar en la zona de ofensivas por parte de grupos terroristas, que por cierto, incluyen a múltiples mercenarios extranjeros. […] De la presencia de militares turcos allí, la parte turca no nos había informado, pese a reiteradas solicitudes de información".
Dicho de otra forma, antes de que las fuerzas sirias lanzaran el ataque aéreo, Rusia se comunicó con Turquía para preguntarle si en ese lugar donde estaban los terroristas y donde Siria iba a golpear, se hallaban soldados turcos, y Turquía lo negó de forma pertinaz. El desenlace de los hechos confirmaron que sí, que había soldados del Ejército turco codo con codo con los terroristas, y que en el ataque murieron 33, y otros tantos resultaron de heridos.
Inmediatamente Turquía comenzó a disparar múltiples variables de acción, y sus socios respondieron bajo la influencia del miedo que siente quien tiene una pistola en la sien, que es el que parece generarles el presidente, Recep Tayyip Erdogan.
Entonces, las declaraciones del secretario general de la OTAN, el noruego Jens Stoltenberg, sonaron como música a los oídos de Erdogan. "Los aliados condenaron los ataques del régimen sirio apoyado por Rusia en la provincia de Idlib. Los aliados ya apoyan a Turquía, hemos reforzado la defensa aérea turca... pero los aliados están pensando en otro tipo de asistencia que se pueda ofrecer a Turquía ante el terrible conflicto en Siria".
En este sentido, José Luis Orella, Dr. en Historia y Dr. en Derecho y profesor titular de la Universidad CEU San Pablo, arroja luz sobre el asunto.
"La Alianza [OTAN] únicamente puede ser operativa en el caso de que alguno de sus miembros pueda ser atacado en su territorio nacional. Claro, los soldados turcos no han muerto defendiendo legítimamente el territorio de soberanía de la república turca, sino que resulta que es bastantes quilómetros al interior de un territorio soberano. En este caso la Alianza no tenía que hacer este tipo de declaración", remacha el analista.
Stoltemberg llamó a detener los ataques, respetar el derecho internacional, así como apoyar los esfuerzos de la ONU para encontrar una solución pacífica. Dijo todo esto, con pleno conocimiento y conciencia de que soldados del Ejército turco se han unido a los terroristas para invadir y atacar al Ejército de un país soberano. El resultado de este silogismo no sería otro que el apoyo de la OTAN a los terroristas.
Mientras Lavrov remarcó que Rusia rechaza cualquier compromiso con los grupos terroristas en Oriente Medio, la OTAN pide que Siria detenga los ataques contra esos mismos terroristas. De este modo, quedan claras las posiciones de todos los protagonistas.
"Cada vez va quedando más claro que los acontecimientos que se estaban desarrollando en los últimos años en Siria, desde luego no eran ningún tema de 'guerra civil' aunque haya sirios por ambos lados, sino que había sido una gran injerencia exterior la que había procedido a esa desestabilización", concluye el Dr. José Luis Orella.