Ambos navíos salían del golfo Pérsico -que colinda a través del estrecho de Ormuz con el golfo de Omán-, donde se encuentran buques de guerra de EEUU con el objetivo declarado de garantizar la estabilidad en la región. Pero el efecto parece ser el contrario, siendo las explosiones una muestra más de ello.
El secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, no tardó en acusar a Irán de "atentar contra la libre navegación" en la zona y de provocar allí "una escalada de tensión inaceptable". Subrayó que la respuesta va a ser la continuación de las presiones económicas y diplomáticas. Incuso no descartó el uso de la fuerza si el país persa no acepta renegociar el acuerdo nuclear de 2015 y su programa de misiles balísticos.
Según Vladímir Fitin, experto del Instituto Ruso de Estudios Estratégicos, a EEUU "se le ve el plumero" en los sucesos.
"Se ve claramente la intención norteamericana de acusar a Irán. Suelen culpar Teherán de todos los males sin tener pruebas. No es de extrañar que la versión de EEUU suscite tantas dudas, sobre todo teniendo en cuenta que la situación de ninguna manera beneficia a Irán. Washington, a su vez, tiene ahora un nuevo pretexto para aumentar la presión política, económica y hasta militar. Se trata de una de las tantas 'fake news' de EEUU", indicó.
Guadi Calvo, especialista argentino en África, Oriente Medio y Asia, tampoco tiene "confianza" en las acusaciones que apuntan a Irán.
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Según el experto, la ofensiva antiiraní de EEUU tiene que ver con que esa nación está dando "un mal ejemplo" a los demás países de la región, mostrando que "se puede vivir sin depender" de las directrices norteamericanas.