Un decreto ley publicado en el boletín oficial Resmi Gazete ordena la expulsión de 18.632 cargos, incluyendo 3.077 militares del Ejército de Tierra, 1.949 de la Fuerza Aérea y 1.126 de la Marina de Guerra.
Doce ONG, tres periódicos y un canal de televisión se declaran cerrados.
Es el despido más numeroso que el Gobierno ordena de un plumazo desde que impuso el estado de excepción.
La medida de excepción, decretada tras el fallido golpe militar de julio de 2016, se prorrogó en siete ocasiones por un plazo de tres meses, y podría levantarse el próximo día 18, según el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.
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Ankara exige a EEUU la extradición del imán opositor, que desde 1999 vive autoexiliado en Pensilvania.
El propio Gulen rechaza rotundamente su implicación en los sucesos del 15 de julio de 2016, propone establecer una comisión internacional para investigar la asonada e insinúa que el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, se aprovechó de la situación para dar un golpe blando contra la Constitución.
Además: Turquía despide a más de 2.700 cargos públicos por vínculo con golpistas
Decenas de miles de militares, policías, jueces, funcionarios y profesores fueron suspendidos, detenidos o están siendo investigados por presuntos vínculos con el movimiento gulenista.