"Los jefes de las Cancillerías de Rusia y EEUU expresaron una opinión conjunta de que Corea del Norte debe cumplir estrictamente con las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU", dice el texto publicado tras la reunión de los dos diplomáticos celebrada en Viena.
Los políticos se reunieron en al margen de la sesión del Consejo de Ministros de Exteriores de los países miembros de la OSCE.
EEUU y Corea del Sur iniciaron el 4 de diciembre el ejercicio aéreo As Vigilante en el que participan unos 230 aviones, incluidos cazas furtivos F-22 y bombarderos estratégicos B-1B Lancer.
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Por su parte, Corea del Norte realizó en lo que va de este año una quincena de pruebas de proyectiles balísticos, incluyendo los ICBM capaces de alcanzar el territorio de EEUU, y el sexto ensayo nuclear —el de una bomba de hidrógeno para ser colocada en misiles intercontinentales— a pesar de que las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU le prohíben desarrollar tales actividades.
Situación en Siria
Lavrov y Tillerson se encontraron en los márgenes del Consejo de Ministros de Exteriores de la OSCE en la capital austriaca.
"Se examinaron los próximos pasos para resolver el conflicto civil en Siria mediante el proceso de negociaciones con la participación de todas las fuerzas políticas en particular en el marco del proceso de Ginebra y del previsto Congreso del Diálogo Nacional [sirio] junto con la derrota final de los grupos terroristas internacionales", dice el comunicado.
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La nota señala que Lavrov a su vez enfatizó que les incumbe a los propios sirios decidir su futuro.
"La soberanía de la República Árabe Siria y su integridad territorial deben ser respetadas estrictamente", subrayó.
La presión sobre medios y diplomáticos rusos
El canciller ruso señaló que la presión sobre medios y diplomáticos rusos en EEUU es inaceptable.
La cadena de televisión rusa RT América y una empresa asociada a Sputnik Radio, Reston Translator, se vieron obligadas a registrarse recientemente como agentes extranjeros en Estados Unidos acorde a la llamada ley FARA, una normativa aprobada durante la Segunda Guerra Mundial y que no estaba dirigida a los medios de comunicación.
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Ambos medios rusos han enfrentado importantes presiones en EEUU en los últimos meses, con legisladores estadounidenses y las oficinas de inteligencia del Gobierno afirmando que la cadena de televisión pudo haber estado involucrada en la supuesta injerencia de Moscú en las elecciones presidenciales de 2016.
La directora de Sputnik y RT, Margarita Simonián, declaró antes que la cadena solo presentó en sus publicaciones un enfoque distinto al de los medios dominantes, y calificó las medidas de Washington de atropello a la libertad de expresión.
