"La Comisión pide a las autoridades polacas que aborden estos problemas en el plazo de un mes", dice el comunicado de prensa.
En particular, la Comisión instó a Varsovia a no adoptar medidas para cesar a los jueces de la Corte Suprema o forzar su renuncia.
"Si se adopta una medida de este tipo, la Comisión está dispuesta a activar de inmediato el procedimiento previsto en el artículo 7, apartado 1, una advertencia formal de la UE que puede ser emitida por cuatro quintas partes de los Estados miembros en el Consejo de Ministros".
El apartado 2 del mismo artículo del Tratado de la Unión Europea prevé un mecanismo sancionador que podría derivar en la pérdida de los derechos de voto para Polonia, en el caso de una violación grave y persistente.
Hasta el momento, no se han activado estos mecanismos con respecto a un Estado miembro.
"La independencia del poder judicial es un prerrequisito esencial para ser miembro de nuestra Unión; por lo tanto, la UE no puede aceptar un sistema que permita despedir a voluntad a jueces (…) Si el Gobierno polaco mina la independencia del poder judicial y el Estado de derecho en Polonia, no tendremos otra alternativa que activar el artículo 7", cita el comunicado al presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker.
El vicepresidente Frans Timmermans urgió a Varsovia a "bien retirar las leyes sobre la reforma del poder judicial o hacer que se ajusten a la Constitución polaca y con las normas europeas".
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Timmermans afirmó que la Comisión quiere resolver de forma constructiva estas cuestiones y mantiene su disposición al diálogo con las autoridades polacas.
La polémica reforma, diseñada por el PiS, cambia el reglamento de la elección de jueces al Tribunal Supremo y permite destituir a los que ya están en ejercicio, salvo aquellos que indique el ministro de Justicia.
El proyecto, ya aprobado por el Senado, está pendiente de la firma del presidente de la nación.