Los dos líderes subrayaron en una conversación telefónica "la necesidad de trabajar para dar una respuesta conjunta en caso de ataque químico en Siria", dice el comunicado citado por el diario Les Echos.
El 27 de junio la Casa Blanca difundió un comunicado en el que acusa al Gobierno del presidente sirio, Bashar Asad, de preparar un asesinato en masa contra los civiles usando armas químicas y advierte que Damasco "pagará un alto precio" si lanza el ataque.
Damasco rechazó esta acusación, y el Kremlin calificó de inadmisibles las amenazas de EEUU contra el Gobierno legítimo de Siria.
La oposición siria denunció el 4 de abril un supuesto ataque con armas químicas en la ciudad de Jan Sheijun (provincia de Idlib), que se saldó con más de 80 muertos, según la Organización Mundial de la Salud.
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El Gobierno sirio subrayó que nunca empleó sustancias tóxicas ni contra la población, ni contra la oposición o los terroristas.
Por su parte, Rusia supuso que la tragedia de Jan Sheijun fue un resultado del bombardeo de la aviación siria a arsenales donde los terroristas de Daesh guardaban armas químicas o un montaje.
Sin embargo, el 7 de abril EEUU atacó con misiles de crucero la base aérea siria de Shairat (provincia de Homs) sin esperar ninguna investigación ni presentar pruebas irrefutables.