A principios de octubre, surgió un vídeo en las redes sociales que mostraba a dos presuntos ciudadanos rusos capturados por terroristas de Daesh —organización terrorista proscrita en Rusia y otros países— en Siria.
El segundo ruso que se ve en el vídeo, Grigori Tsurkanu, fue reconocido por una organización rusa de veteranos, donde señalaron no saber que él se encontraba en Siria.
Según Vodolatski, tras la grabación del mensaje de vídeo distribuido en internet, a los hombres les trataron de obligar a pronunciar ante las cámaras el texto del juramento de lealtad a Daesh.
"Ellos fueron forzados a hacerlo, pero ni Roman ni Grigori cumplieron el orden", dijo Vodolatski.
Según el diputado, después de rechazar el mandato de los terroristas, los dos hombres fueron ejecutados por los yihadistas. La muerte de Zabolotni en Siria también fue confirmada por Anatoli Kotliarov, diputado de la ciudad de Rostov del Don.
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"Todos los militares de las Fuerzas Armadas de Rusia que se encuentran en la República Árabe Siria, cumplen sus tareas según lo previsto", subrayó el ente en un comunicado.
Por su parte, Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin, afirmó que los servicios especiales rusos estaban encargados de investigar el supuesto secuestro de sus ciudadanos en Siria. La Cancillería rusa, junto con otros organismos, estaba tratando de averiguar la ubicación y la ciudadanía de los dos hombres presentes de las grabaciones.
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De acuerdo con su testimonio, él acompañaba a un grupo de paramilitares, entre ellos algunos de origen ruso, que se desplazaban por la provincia de Deir Ezzor cuando su convoy fue atacado por un gran grupo de terroristas.
El testigo afirmó que los dos hombres presentes en el vídeo eran parte del grupo que se enfrentó contra los atacantes, según recopiló el medio ruso Vzglyad.
En los medios rusos surgieron varias teorías sobre la procedencia de los secuestrados. De no ser uniformados de la Defensa del país, se discute su posible estatus de voluntarios en las unidades auxiliares del Ejército sirio: un número de ciudadanos rusos han viajado a Siria con este fin a lo largo de la campaña de Rusia en el país árabe.
Además, se estipula su posible pertenencia a una empresa de seguridad privada contratada por algunas de las compañías que operan en Siria.